
El espectacular operativo de la SEBV terminó con dos ciudadanos bolivianos detenidos tras una persecución en pleno desierto. La droga, distribuida en 100 paquetes, equivale a más de medio millón de dosis que iban camino al mercado informal.
El sol del altiplano caía con fuerza sobre la Ruta A-31 cuando un automóvil gris intentó evadir un control policial. Lo que parecía un simple intento de fuga terminó destapando uno de los mayores decomisos de cocaína del año en Arica y Parinacota, con más de 100 kilos de clorhidrato de cocaína incautados, equivalentes a cinco mil millones de pesos chilenos si se vendieran por dosis en el mercado informal.
El hecho, digno de una película policial, fue encabezado por la Sección de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos (SEBV) de Carabineros, en una operación que combinó inteligencia fronteriza, persecución a alta velocidad y precisión táctica en terreno.
Persecución en el desierto
Todo comenzó cuando los efectivos de la SEBV realizaban un control preventivo en la Ruta A-31, un camino interior que une Arica con el poblado de Acha, punto estratégico del tránsito internacional hacia Bolivia. De pronto, un vehículo marca Mazda, modelo Demio, que se dirigía hacia Arica, aceleró para evadir el control. Sin dudarlo, los carabineros iniciaron una persecución a través de los caminos áridos del desierto.
“Fue una huida breve pero peligrosa. Logramos interceptar el vehículo antes de que cruzara la zona fronteriza”, relató el general Álvaro Martínez Vega, recién asumido jefe de la Zona de Carabineros de Arica y Parinacota, quien destacó la coordinación del operativo.
Dentro del automóvil viajaban dos ciudadanos bolivianos, que fueron reducidos y detenidos en el lugar. Lo que vino después sorprendió incluso a los propios policías.
La sorpresa dentro del vehículo
Al revisar minuciosamente el auto, los efectivos hallaron compartimentos ocultos, paneles falsos y espacios adaptados con precisión milimétrica para transportar la carga ilícita. En total, 100 paquetes envueltos en cinta adhesiva, cuidadosamente distribuidos en distintas partes del vehículo.
Las pruebas de campo realizadas por el OS7 confirmaron lo que se sospechaba: clorhidrato de cocaína de alta pureza, con un peso total de 100 kilos y 940 gramos.
“Estamos hablando de medio millón de dosis que se habrían distribuido en las calles, con un valor estimado de 5 mil millones de pesos, una cantidad que golpea directamente a las redes del narcotráfico internacional”, subrayó el general Martínez, visiblemente satisfecho por el resultado del procedimiento.
Una ruta marcada por el riesgo
La Ruta A-31 es conocida por su complejidad y su valor estratégico: conecta pasos fronterizos secundarios y es frecuentemente utilizada por bandas que intentan ingresar droga a Chile desde Bolivia, aprovechando el terreno inhóspito y la falta de cobertura en ciertos tramos. Sin embargo, la vigilancia permanente de Carabineros en la zona ha permitido desarticular varios intentos similares, reforzando el control territorial que busca frenar el narcotráfico y sus redes logísticas.
Voces oficiales
La Seremi de Seguridad Pública, Elsa Cortez San Francisco, destacó la efectividad y preparación de los funcionarios que participaron en el procedimiento.
“Queremos resaltar el profesionalismo de la SEBV. Aunque su labor principal es la búsqueda de vehículos y personas encargadas por la justicia, su capacidad operativa les permite actuar también en delitos de alta complejidad como el narcotráfico. Este trabajo se enmarca en el Plan Regional contra el Crimen Organizado, donde el tráfico de drogas es una prioridad”, explicó la autoridad.
Por su parte, el general Martínez aseguró que este decomiso responde a los lineamientos del general director de Carabineros, Marcelo Araya Zapata, quien ha reforzado los controles fronterizos y las fiscalizaciones en rutas internacionales para brindar mayor seguridad a la ciudadanía.
Un golpe directo a las redes criminales
Con este operativo, Carabineros no solo evitó que una enorme cantidad de droga llegara al mercado chileno, sino que además asestó un golpe millonario a las organizaciones dedicadas al narcotráfico transnacional.
Los dos detenidos quedaron a disposición de la justicia y se investiga si forman parte de una red más amplia que opera entre Bolivia, el norte de Chile y el puerto de Arica.
El resultado del procedimiento reafirma el compromiso de las fuerzas policiales en el norte del país, donde el desierto y la frontera se han convertido en escenarios de una lucha constante entre el crimen organizado y la ley.
