La inauguración de la Fiscalía de Frontera Norte en Colchane fue presentada como un paso hacia el acercamiento del Ministerio Público con la comunidad. Sin embargo, la apertura de esta sede, que comenzó a funcionar el 21 de abril, ha dejado en evidencia serias limitaciones: no hay un fiscal residente y las funciones reales de la dependencia están lejos de lo que una fiscalía debería representar.
Actualmente, el recinto se puso en marcha con 4 funcionarios en turnos 7×7. Duplas compuestas por un abogado y un técnico jurídico, limitándose principalmente a labores administrativas y de apoyo. Es decir, no tienen facultades para dirigir investigaciones ni para adoptar decisiones urgentes, como ordenar diligencias o realizar formalizaciones, en un territorio donde la gravedad de los delitos exige respuestas inmediatas.
En este marco, las causas de flagrancia y los delitos complejos serán asumidos por un fiscal de turno de la zona, quien debe ser avisado con antelación para ir al sitio e intervenir. Esto transforma la nueva sede en una oficina de recepción y coordinación, más que en una fiscalía propiamente tal.
Cabe señalar, que un si un abogado de turno en la urgencia de un caso intentara asumir tales responsabilidades de un fiscal, estaría incurriendo en una falta grave, poniendo en riesgo su empleo y enfrentando eventuales consecuencias legales.
En este contexto, la seremi de Seguridad Pública (s) Ana María Peralta afirmó que el abogado de turno contará con atribuciones similares a las de un fiscal, lo que, según lo establecido en la ley, no es correcto.
«Sí va a haber un fiscal a cargo, pero efectivamente no va a estar presente. Además, el abogado que trabaja acá tiene facultades similares a un fiscal (…) Ahora, en el plan de mejoramiento de infraestructura y crecimiento se espera que en algún momento haya un fiscal con asiento permanente en Colchane», agregó Ana María Peralta.
Por otra parte, la fiscal regional Trinidad Steinert también comentó que tener un fiscal fijo en Colchane es una necesidad urgente, dado el aumento de los delitos, y reconoció que la región carece de fiscales adicionales para cubrir la magnitud de los casos en el norte.
Steinert también señaló que «se carece de fiscales, y un fiscal promedio tiene 1.000 causas, por lo que, para hacerlo de manera más equitativa según lo que yo organice, los fiscales de distintas comunas estarán de turno según las cargas de trabajo (…) Para poner un fiscal fijo aquí implica un aumento de dotación del Ministerio Público, y para eso se está trabajando en la Cámara de Diputados».
