
En los sectores de Pampa Norte, Pampa Sur, Mollecita Norte y Mollecita Sur, en la comuna de Alto Hospicio, se concentran decenas de miles de toneladas de residuos textiles, neumáticos y escombros que llevan más de una década acumulándose de manera irregular.
Esta situación no solo ha degradado el suelo y el paisaje del desierto de Atacama, sino que ahora representa una amenaza directa para la golondrina de mar negra (Hydrobates markhami), una especie marina en peligro de extinción que nidifica en cavidades salinas en la zona norte de Chile.
El Primer Tribunal Ambiental determinó que el daño ambiental es grave y significativo, y ordenó al Estado de Chile presentar en un plazo de seis meses un plan de reparación integral que contemple la remoción de residuos, restauración del suelo, recuperación del paisaje y medidas de prevención para evitar nuevas acumulaciones.
Según la sentencia, los vertederos ilegales han bloqueado nidos, atraído depredadores como perros, gatos y roedores, y dispersado microplásticos que afectan directamente a esta pequeña ave marina.
“El bloqueo de nidos y la atracción de especies exóticas generan una presión adicional sobre una especie que ya está en peligro”, advierte Pablo Gutiérrez Maier, médico veterinario e integrante del Programa de Conservación del Norte Grande de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC).
La sentencia subraya que la magnitud, extensión y permanencia del daño superan lo local, comprometiendo funciones ecosistémicas del suelo y alterando la integridad visual del territorio. Los basurales textiles de Alto Hospicio, provenientes principalmente de Estados Unidos, China y Europa, son considerados entre los más grandes del mundo, y se suman a un problema nacional de residuos: Chile genera más de 572 mil toneladas de textiles al año, equivalente a 32 kilos por persona.
El plan de reparación exigirá un diagnóstico ambiental integral, retiro seguro de residuos, cierre y contención de los vertederos, vigilancia, educación comunitaria y monitoreo continuo para garantizar que las acciones sean efectivas y sostenibles.
La medida busca, además, proteger las colonias de golondrina de mar negra, recuperando su hábitat y asegurando que las futuras generaciones de aves puedan reproducirse sin amenazas artificiales.
Esta decisión judicial marca un precedente en Chile, obligando al Estado a asumir responsabilidad por omisión y falta de medidas de mitigación, mientras destaca la urgencia de políticas de manejo de residuos y conciencia ambiental para proteger especies vulnerables en ecosistemas frágiles como el norte de Chile.
Revisa la causa completa aquí: