
Era una mañana aparentemente rutinaria en el Complejo Fronterizo Chacalluta, el punto donde el desierto se confunde con el límite entre Chile y Perú. Entre los pasajeros que cruzaban con paso tranquilo, dos mujeres chilenas parecían una más de las decenas de viajeras que cada día ingresan por el paso norte. Pero lo que no sabían es que un olfato entrenado estaba a punto de arruinar su viaje.
A pocos metros, el ejemplar canino “Husky”, un pastor especializado en la detección de drogas del equipo Antinarcóticos Avanzada Chacalluta (Avanchaca) de la PDI Arica, patrullaba con su guía. Nada se escapaba a su olfato, y menos el rastro químico de una sustancia tan escurridiza como la ketamina líquida, una droga disociativa de alto valor en el mercado negro.
De pronto, Husky se detuvo frente a dos maletas y realizó el temido “marcaje positivo”: dos golpes secos con su hocico, señal inequívoca de alerta. El silencio se hizo en el área de control. En segundos, los detectives rodearon el equipaje. Las mujeres, nerviosas, intentaron mantener la calma mientras los agentes iniciaban la revisión.
Dentro, dos botellas plásticas aparentemente inofensivas escondían el secreto: en lugar de agua o licor, contenían ketamina líquida de alta pureza, una sustancia utilizada como anestésico en veterinaria, pero codiciada en las calles por sus potentes efectos alucinógenos.
Una operación de precisión y millones en juego
El jefe de la Avanchaca, subprefecto Marco Vergara, relató que el procedimiento fue ejecutado tras el control migratorio, cuando “Husky, que se encontraba realizando trabajos operativos en el sector de salida junto a su guía, efectuó dos marcajes positivos para la presencia de droga en los equipajes de estas personas. Por tanto, fueron fiscalizadas por personal de esta avanzada especializada, encontrándose al interior dos botellas plásticas contenedoras de la droga líquida ketamina”.
La incautación no fue menor: 2,1 kilos de ketamina líquida, equivalentes a más de 7.000 dosis, con un avalúo superior a los 105 millones de pesos en el mercado ilícito. Una cantidad suficiente para abastecer a redes de distribución urbana y nocturna, especialmente en circuitos de fiestas electrónicas y consumo recreativo.
El paso fronterizo bajo lupa
El operativo volvió a poner en relieve el rol del Complejo Fronterizo Chacalluta, una de las puertas más vigiladas del país y foco constante de intentos de tráfico.
Solo en lo que va del año, la PDI ha frustrado decenas de operaciones similares, muchas de ellas utilizando métodos cada vez más sofisticados: dobles fondos, líquidos, envases sellados, cápsulas y “mulas químicas”.
La ketamina, en particular, ha ganado terreno en los últimos años dentro del mercado ilegal chileno, desplazando a drogas tradicionales por su alto valor y sus efectos disociativos, que provocan alucinaciones y pérdida de control físico y mental.
El hallazgo de Avanchaca no solo detuvo un cargamento millonario, sino que también evitó su distribución en distintas regiones del país.
Del paso fronterizo al tribunal
Las dos mujeres, ambas de nacionalidad chilena, quedaron detenidas de inmediato por tráfico de drogas en grado flagrante.
Por instrucción del Ministerio Público, serán puestas a disposición del Juzgado de Garantía de Arica para su control de detención y formalización.
Mientras tanto, “Husky” volvió a su rutina con la calma de quien ya está acostumbrado a detectar el delito entre maletas y rostros. Una vez más, su olfato infalible demostró que en la frontera del norte, no hay secreto que el instinto canino no pueda descubrir.
El héroe de cuatro patas
El nombre de “Husky” volvió a escribirse en el libro de registros de la PDI. No es la primera vez que el can antinarcóticos protagoniza una incautación de alto impacto, y difícilmente será la última. En la lucha contra el narcotráfico, su nariz sigue siendo la primera línea de defensa entre el desierto y el crimen organizado.