EL DIÁLOGO INESPERADO: TRUMP ADMITE QUE PODRÍA HABLAR CON MADURO EN PLENA OFENSIVA CONTRA EL CARTEL DE LOS SOLES

Entre portaaviones, acusaciones de narcoterrorismo y canciones de Lennon, Washington y Caracas vuelven a cruzarse en un escenario que huele más a thriller geopolítico que a diplomacia.
Cuando el presidente Donald Trump descendió por la escalerilla del Air Force One en Palm Beach, la brisa del Atlántico parecía arrastrar consigo una frase que desató un terremoto diplomático: “Podríamos hablar con Maduro. A ellos les gustaría hablar. Veremos qué pasa.”
La sentencia, lanzada casi con desinterés ante un grupo de periodistas, llegó justo cuando el Pentágono reforzaba su despliegue militar más grande en el Caribe en casi dos décadas y mientras Estados Unidos se preparaba para etiquetar formalmente al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera.
Una designación que no solo golpea al régimen de Caracas, sino que coloca al propio Nicolás Maduro en el centro de una estructura narco–criminal según Washington.
El mundo miró sorprendido. El reloj marcaba una nueva etapa —impredecible— en la tensa novela que enfrenta a ambos gobiernos.
Un portaaviones que habla más fuerte que los micrófonos
Horas antes del comentario, el USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande del planeta, irrumpió en aguas caribeñas como un recordatorio de que la paciencia estadounidense tiene blindaje de acero.
Desde septiembre, la campaña militar ordenada por Trump en el Pacífico y en el Caribe ha destruido 21 embarcaciones vinculadas al narcotráfico y abatido a más de 80 individuos catalogados por Washington como “narcoterroristas”.
Trump lo resumió con su estilo directo: “Tenemos gran apoyo. Esto es sobre drogas… y también sobre miles de personas que enviaron a nuestro país: narcotraficantes, asesinos, miembros del Tren de Aragua.”
La Casa Blanca asegura que no descarta operaciones más contundentes. La nueva designación del Cartel de los Soles —efectiva desde el 24 de noviembre— permitirá acciones más agresivas contra bienes, redes financieras y eventuales objetivos dentro de territorio venezolano.
Trump, sin embargo, dejó una ventana entreabierta:
“Nos permite hacer eso… pero no he dicho que lo haremos.”
Caracas canta Imagine mientras Washington aprieta el cerco
Mientras Estados Unidos intensificaba su ofensiva militar y legal, en Caracas Nicolás Maduro respondía con una puesta en escena inesperada.
Ante un público fiel, tomó un micrófono y entonó una parte de Imagine, la icónica canción de John Lennon, llamando a “hacer todo por la paz”. Un gesto simbólico, casi surrealista, mientras el mundo analizaba si la tensión podría escalar hacia un conflicto mayor.
Maduro insistió en que el Cartel de los Soles es una “invención estadounidense”, eco de lo declarado meses atrás por Diosdado Cabello, quien afirmó que Washington “ha cambiado 300 veces al supuesto jefe del cartel”.
Pero la narrativa estadounidense es diametralmente opuesta.
El secretario de Estado, Marco Rubio, fue categórico: “El Cartel de los Soles está liderado por Nicolás Maduro y figuras de alto rango que han corrompido instituciones enteras: ejército, inteligencia, legislatura y poder judicial.”
Negociaciones secretas: lo que dijeron los medios estadounidenses
Los rumores sobre un posible canal de comunicación no surgieron de la nada. En las últimas semanas, medios influyentes filtraron información clave:
- Miami Herald: Delcy Rodríguez habría ofrecido un Gobierno de transición sin Maduro.
- The New York Times: Caracas habría propuesto abrir el petróleo y el oro venezolano a empresas estadounidenses, incluso desviando exportaciones desde China hacia Norteamérica.
Nada de eso ha sido confirmado por Washington.
Pero Trump dejó caer una pista: “Ellos quieren hablar.”
¿Sobre qué?
“No lo sé”, añadió, aunque en diplomacia nada es casual.
Una relación bilateral que arde desde hace años
La tensión entre ambos gobiernos no es nueva, pero nunca había alcanzado este nivel de simultaneidad:
- Acusaciones de narcoterrorismo.
- Despliegues navales.
- Recompensas millonarias por captura.
- Operaciones militares letales
- Investigaciones federales.
- … y ahora, potenciales conversaciones.
Camina sobre una cuerda tensa la posibilidad de un diálogo que podría cambiar el tablero regional.
¿Diplomacia a la vista o un nuevo capítulo de confrontación?
Las declaraciones de Trump no significan, necesariamente, que se avecina una negociación formal. Pero su simple enunciado, en medio del mayor cerco militar y judicial contra el chavismo, reconfigura el panorama diplomático hemisférico.
De un lado, Washington despliega portaaviones, sanciones y designaciones terroristas.
Del otro, Caracas responde con canciones pacifistas y mensajes ambiguos sobre soberanía.
El mundo observa.
Y en medio de ese escenario casi cinematográfico, Donald Trump insiste en que estaría dispuesto a conversar: “Yo hablo con cualquiera. Veremos qué pasa.”
Una frase que, en plena tormenta geopolítica, puede significar absolutamente todo… o absolutamente nada.







