La actividad en el transporte internacional entre Arica y Tacna comenzó a mostrar signos de desaceleración durante los últimos días. Aunque el complejo fronterizo Chacalluta opera con normalidad y los trámites migratorios se realizan sin retrasos, los conductores y administradores de buses advierten una baja evidente en el número de pasajeros que utilizan el paso.
Según trabajadores del rubro, el fenómeno aparece como una consecuencia indirecta del complejo escenario migratorio que afecta la macrozona norte, donde personas en situación irregular buscan alternativas para abandonar el país.
Daniel Espinoza, conductor del tramo Arica–Tacna, explicó que el flujo vehicular no presenta trabas. “El paso está funcionando rápido, todo por ventanilla y sin problema mientras tengan documentos al día”, comentó. No obstante, aclaró que la demanda cayó abruptamente: “Antes hacíamos vuelta y media; ahora apenas completamos una en toda la jornada. A esta altura del año ya debería verse más movimiento”.
Una percepción similar tiene Marcelo González, administrador de Pullman Bus, quien describe un cambio en los patrones de movilidad: “Los migrantes prácticamente dejaron de llegar a Arica. Todo el flujo se movió a Bolivia por Colchane”. Añadió que las manifestaciones registradas recientemente en Perú también influyeron: “Desde que empezó la agitación del lado peruano, bajó todo el tránsito”.
Pese a que el sistema fronterizo se mantiene plenamente operativo, los transportistas coinciden en que el público habitual está actuando con mayor cautela y que el descenso en las salidas hacia Tacna ya se percibe como una tendencia. Mientras tanto, el cruce continúa funcionando sin interrupciones, aunque con un panorama marcadamente distinto al de temporadas habituales.
