El Hospital Ernesto Torres Galdames de Iquique enfrenta cuestionamientos luego de que un informe de la Contraloría General de la República revelara serias irregularidades en la gestión de sus listas de espera. El organismo detectó inconsistencias en 4.865 registros que no figuraban en la lista de espera ministerial, además de 969 casos que no estaban en el sistema hospitalario. Estas fallas han puesto en duda la eficiencia y transparencia de los procesos de gestión del hospital, que deberá corregir las anomalías en un plazo de 60 días.
El director subrogante del hospital, doctor Pedro Iriondo, reconoció los problemas y afirmó que la institución está trabajando para subsanar las deficiencias. «Como institución siempre recibimos los informes de la Contraloría como una oportunidad de mejora. Ya estamos trabajando en las correcciones correspondientes, con el objetivo de cumplir con los plazos establecidos», aseguró Iriondo.
Uno de los aspectos del informe es la falta de siete expedientes clínicos correspondientes a atenciones de urgencia. Estas atenciones no contaban con fichas clínicas al momento de ser realizadas, lo que vulnera protocolos básicos de registro médico. «Estas atenciones no requirieron hospitalización, por lo que no se les creó ficha clínica en ese momento», explicó el director, asegurando que ahora procederán a generar los documentos faltantes.
El informe también señala problemas en el registro de datos de pacientes, como información incompleta o incorrecta, especialmente en la población flotante que ingresa al hospital sin documentación adecuada. Iriondo destacó que «las fallas se produjeron mayormente por problemas de sistema al subir nuestros datos locales a la plataforma nacional», minimizando el impacto directo en la atención a los pacientes.
Sin embargo, las explicaciones del hospital no han logrado disipar todas las dudas. La falta de transparencia y control en la gestión de la lista de espera ha generado preocupación en la comunidad, que teme que estas irregularidades puedan estar afectando la atención médica de manera más grave de lo que se ha informado oficialmente.
Además de corregir los errores, la Contraloría ha exigido al hospital iniciar un procedimiento disciplinario para determinar las responsabilidades de las fallas detectadas, dando un plazo de 15 días para entregar los resultados. Esto abre la puerta a posibles sanciones para los responsables de la gestión deficiente.
El director del hospital aseguró que se están tomando medidas para evitar que estos problemas vuelvan a ocurrir en el futuro. “Estamos implementando controles más rigurosos para evitar que estas situaciones se repitan, y garantizar una gestión más eficiente”, afirmó.
Con el plazo de 60 días impuesto por la Contraloría, el hospital de Iquique enfrenta una carrera contra el tiempo para subsanar los errores detectados y demostrar que puede operar con los estándares que exige el sistema público de salud.
