La Fiscalía Regional de Arica y Parinacota formalizó a integrantes de una célula del Tren de Aragua vinculada al homicidio de Rafael Villamizar Lovera, un exmilitar venezolano cuyo cuerpo fue encontrado el 15 de mayo en el cerro Chuño, enterrado bajo cemento dentro de una maleta. La información forma parte de una investigación difundida por el equipo de CIPER Chile, donde se detalla la estructura y operaciones del grupo criminal.
Aunque el caso guarda similitudes con el asesinato del teniente venezolano Ronald Ojeda —ambos enterrados en maletas bajo concreto—, la Fiscalía estableció una diferencia clave: Villamizar no era ajeno al Tren de Aragua, sino que formaba parte de su estructura en Chile, específicamente en la Región del Maule.
EXMILITARES EN LA ESTRUCTURA CRIMINAL
Entre los implicados también figuran Alfredo José Timaure (“Jumper” o “El Pure”) y Víctor José Salazar Oliveros, identificado como exsargento mayor de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Tras asumir roles de liderazgo en la célula tras detenciones previas, ambos habrían participado en el homicidio.
La Fiscalía mantiene una orden de detención vigente contra Salazar Oliveros, quien continúa prófugo.
La misma estructura estuvo detrás del secuestro de otro exmilitar venezolano en agosto de este año, quien tenía antecedentes de servicio en la 41° Brigada de Artillería del Ejército Bolivariano. La víctima logró escapar luego de ser retenida por miembros de la banda, entre ellos Derivar Tobar Terán (“El Gato”), Edner Daniel Espitia Carrillo y Yorman Joan Espinoza Aguilera.
MODUS OPERANDI: CONTROL, INTIMIDACIÓN Y LIMPIEZA CRIMINAL
Según los antecedentes expuestos en la formalización, los miembros de la célula aplicaban un mecanismo paramilitar de secuestro: inmovilizaban a sus víctimas con cinta adhesiva, las amordazaban y las estrangulaban con cuerdas o cadenas. Luego, los cuerpos eran introducidos en maletas y enterrados en viviendas abandonadas, cubriéndolos con cemento para evitar su hallazgo.
El crimen de Villamizar se ejecutó el 10 de diciembre de 2024, cuando fue interceptado tras bajar de un bus en Arica. Fue seguido por Salazar Oliveros hasta el cerro Chuño, donde, junto a Timaure, fue reducido, golpeado y estrangulado. Su cuerpo apareció cinco meses después.
El especialista en crimen organizado Pablo Zeballos advirtió que este tipo de prácticas responde a una “lógica paramilitar”, donde organizaciones criminales reclutan exuniformados para profesionalizar su violencia y reforzar el control territorial.
EXFUNCIONARIOS EN REDES CRIMINALES
El fiscal regional Mario Carrera confirmó que la participación de exmilitares y exagentes policiales en redes delictuales “no es masiva, pero sí se ha repetido”, especialmente en los últimos cinco años, con casos que involucran a ciudadanos venezolanos y colombianos.
Carrera añadió que cuando se detecta formación militar en los involucrados, el Ministerio Público solicita información a los países de origen.
ENTORNO BAJO AMENAZA
La Fiscalía sostuvo que este modo de ocultamiento —maletas enterradas bajo concreto— es una señal de control territorial: requiere tiempo, recursos y la certeza de que nadie denunciará, lo que refleja la intimidación sobre comunidades completas.
🟢 IMPORTANTE ACLARACIÓN: De acuerdo con el principio de presunción de inocencia, toda persona acusada de un delito debe ser considerada inocente mientras no exista una sentencia judicial firme que determine su culpabilidad. Esta nota aborda un proceso aún en desarrollo y no pretende prejuzgar los hechos ni el resultado final de las investigaciones.
