La mañana de este martes en Alto Hospicio terminó convertida en un episodio de tensión política, confusión institucional y protestas ciudadanas. Lo que debía ser la sesión ordinaria Nº 34 del Concejo Municipal se transformó en un conflicto abierto entre el cuerpo colegiado y la administración del alcalde Patricio Ferreira, en medio de acusaciones de censura, decisiones abruptas y el cierre del edificio consistorial ante la llegada de vecinos que exigían explicaciones.
Todo comenzó la tarde del lunes, cuando los concejales recibieron un correo convocando la sesión por Zoom, sin entregar justificación alguna para validar el cambio de modalidad. Pese a ello, los seis concejales acudieron presencialmente a la sala, la cual encontraron deshabilitada y sin la presencia del alcalde ni del secretario municipal. Minutos más tarde, Ferreira abrió la sesión telemática y la dio por terminada debido a la ausencia de participantes conectados.
El concejal Gabriel Orellana fue categórico en su reclamo: “Aquí se está actuando de manera dictatorial. Estábamos en la sala. No pueden citarnos por Zoom sin fundamento y además cerrar la sesión porque no nos conectamos. Esto lo vamos a denunciar formalmente ante Contraloría”, afirmó.
En el exterior, el descontento aumentaba. Dirigentes sociales y vecinos llegaron para protestar por la reciente degradación del exadministrador municipal Osvaldo Zenteno y otros cambios internos que, según ellos, reflejan maniobras políticas en medio de la crisis que enfrenta el alcalde, investigado por agresión sexual y otras acusaciones.
Sin previo aviso, las puertas del municipio fueron cerradas. La instrucción, según funcionarios municipales, habría venido del área de Seguridad. Vecinos quedaron afuera, lo que derivó en empujones, gritos y un ambiente cada vez más tenso. Algunos manifestantes lograron ingresar a la sala del concejo, exigiendo transparencia y denunciando persecución política.
En ese cuadro, el concejal Tomás Soto relató lo ocurrido cuando intentó intervenir vía Zoom: “Me censuraron. El secretario y el alcalde me mutean en plena sesión. No me dejaron hablar. Eso es arbitrario y antidemocrático. Con esta censura y con el uso irregular del Zoom, iremos también a Contraloría”, aseguró.
El concejal José Luis Astorga apuntó directamente a la falta de legalidad: “Todo raya en la ilegalidad. Los seis concejales estábamos en la sala desde temprano. No había fundamento para cambiar la modalidad. No llegó el alcalde ni el secretario, pese a estar en el mismo edificio. Esto afecta gravemente el funcionamiento municipal”, señaló.
Ante la escalada de tensión, Carabineros fue solicitado para despejar accesos y controlar los desórdenes, luego de que algunos ingresos fueran bloqueados con candados por manifestantes. Paralelamente, el municipio difundió un comunicado afirmando que el cierre del edificio y la modalidad telemática respondieron a “una alerta de manifestaciones violentas”, defendiendo la legalidad de sus decisiones administrativas.
Sin embargo, para el cuerpo de concejales, la versión oficial no responde al fondo del problema: el uso del reglamento como herramienta de control político, la censura de intervenciones y el intento de evitar un concejo presencial en plena crisis interna.
Por ello, los ediles confirmaron que ya iniciaron acciones formales ante Contraloría, incluyendo la denuncia por arbitrariedad en la convocatoria, la posible vulneración del reglamento interno y los actos que califican como censura dentro del órgano colegiado.
“El normal funcionamiento de la municipalidad está siendo truncado. No lo vamos a permitir”, concluyó Astorga.
La jornada terminó con el consistorial rodeado por Carabineros, vecinos aún molestos en las afueras y un concejo municipal fracturado. La crisis política en Alto Hospicio, lejos de menguar, parece escalar hacia un conflicto institucional mayor.
POSICIÓN OFICIAL DEL MUNICIPIO: MEDIDAS POR “RIESGO DE MANIFESTACIONES VIOLENTAS”
El municipio, mediante un comunicado público, sostuvo que actuó bajo criterios de seguridad debido a una alerta de posibles manifestaciones violentas que —según la institución— ponían en riesgo a funcionarios, autoridades y usuarios. Por ello, afirmó que el acceso al edificio fue restringido y que la sesión del concejo se realizó vía Zoom para resguardar la integridad de los presentes.
La administración señaló además que la suspensión de la sesión se debió a falta de quórum tras el tiempo reglamentario de espera, y que dentro del edificio se registraron actos injuriosos y desórdenes que incluso derivaron en bloqueos de accesos, lo que obligó a solicitar apoyo de Carabineros.
Finalmente, la municipalidad reafirmó que todos los actos administrativos recientes —incluyendo cambios de funciones y no renovaciones— se han realizado conforme a la ley, y que continuará adoptando medidas necesarias para garantizar la seguridad y el funcionamiento institucional.
