
La región norte de Chile refleja la persistencia del fenómeno de los campamentos: más de 9 mil hogares en Tarapacá conviven con predios privados cuyos dueños deben pagar contribuciones anuales, pese a no poder ejercer control sobre sus terrenos. El fenómeno genera presión territorial y evidencia la necesidad de políticas públicas coordinadas.
Un estudio de GPS Property, basado en el catastro 2024 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), revela que los propietarios de terrenos donde se levantan campamentos en Chile pagan al menos $1.544 millones al año en contribuciones, aun cuando gran parte de esos predios están tomados.
En el norte del país, las regiones de Tarapacá y Antofagasta concentran casi 20 mil hogares, confirmando que los asentamientos informales no se limitan al centro y sur del país.
Tarapacá bajo la lupa
En Tarapacá, los campamentos ocupan 423,3 hectáreas y albergan 9.370 hogares, representando 11,5% del total de hogares en campamentos a nivel nacional. La región comparte estas cifras con Antofagasta, que contabiliza 9.361 hogares en 424,6 hectáreas, lo que refleja la presión de la migración, la actividad minera y la escasez de vivienda formal en el norte grande.
El fenómeno tiene implicancias económicas importantes: los dueños de terrenos deben asumir contribuciones anuales pese a no poder disponer de sus predios, lo que genera un costo creciente en un contexto de aumento de avalúos fiscales.
Comparativo regional
- Valparaíso: 335 campamentos, 21.857 hogares, 2.113,8 ha.
- Región Metropolitana: 153 campamentos, 13.464 hogares, 652,97 ha.
- Biobío: 228 campamentos, 9.309 hogares, 1.183,3 ha.
- Tarapacá: 9.370 hogares, 423,3 ha.
- Antofagasta: 9.361 hogares, 424,6 ha.
Estas cinco regiones concentran casi el 78% de los hogares en campamentos del país, reflejando la magnitud del fenómeno.
Presión social y territorial
La coexistencia de campamentos y predios privados genera tensión constante, afectando planificación urbana, servicios básicos y seguridad. Mientras Valparaíso ha sido escenario de episodios emblemáticos de violencia en tomas de terrenos, Tarapacá enfrenta una presión territorial significativa, con asentamientos que crecen de forma informal y en zonas vulnerables.
Retos y políticas públicas
El estudio concluye que se requiere una estrategia integral que combine la regularización, acceso a vivienda y control de los predios, para reducir los conflictos y proteger a propietarios y residentes de los campamentos.
En Tarapacá, la coordinación entre municipios, servicios públicos y propietarios es clave para contener la expansión de los asentamientos y gestionar de manera efectiva los recursos urbanos y fiscales.