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BAJO FUEGO EN EL CARIBE: EE.UU. HUNDE OTRA NARCOLANCHA FRENTE A VENEZUELA Y ELEVA LA TENSIÓN MILITAR EN LA REGIÓN

La escena parece sacada de una película de guerra, pero ocurrió en la madrugada de este viernes en aguas internacionales frente a Venezuela. Una embarcación a toda velocidad fue alcanzada por fuego letal ordenado directamente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Minutos después, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó lo que ya circulaba en un video difundido en redes: la lancha fue reducida a escombros y sus cuatro tripulantes murieron al instante. Washington los calificó de “narcoterroristas”. Caracas habla de un “acto de guerra”.

Una ofensiva en aumento

Este ataque no es un hecho aislado. Es el quinto golpe militar estadounidense en el Caribe desde septiembre, todos dirigidos contra embarcaciones que Washington asegura están vinculadas a cárteles de la droga que recientemente fueron catalogados como “organizaciones terroristas”. Según el propio Trump, con estas operaciones ya suman al menos 21 muertos.

La nueva estrategia de la Casa Blanca redefine el narcotráfico como un “conflicto armado” contra EE.UU., habilitando al Pentágono a desplegar fuerza letal sin mediación del Congreso. El argumento oficial: impedir que toneladas de cocaína y metanfetaminas lleguen al territorio norteamericano. El mensaje político: el enemigo ya no son solo los cárteles, sino todo el que navegue bajo sospecha.

Escalada con Venezuela

El ataque tuvo lugar a pocos kilómetros de las costas venezolanas, un gesto interpretado en Caracas como una provocación directa. Nicolás Maduro denunció esta semana la incursión ilegal de cazas estadounidenses en su espacio aéreo y aseguró que prepara un decreto de “conmoción exterior”, una figura extrema nunca antes usada en Venezuela que le permitiría gobernar bajo poderes especiales en caso de guerra.

“El imperio busca un pretexto para invadir”, bramó Maduro en televisión, mientras ordenaba ejercicios militares con reservistas y milicias. Para su gobierno, la destrucción de la lancha en aguas cercanas no fue una operación antidroga, sino un acto de agresión encubierto que pone en jaque la soberanía venezolana.

La narrativa estadounidense

El Pentágono, por su parte, difundió un comunicado con palabras que no dejan espacio a dudas:

“La inteligencia confirmó que esta embarcación transportaba narcóticos destinados a envenenar a nuestro pueblo. Los cuatro hombres a bordo eran narcoterroristas. Y este tipo de operaciones continuarán hasta que cesen los ataques contra Estados Unidos”, declaró Hegseth en un tono desafiante.

El propio Trump replicó el video del ataque en su red Truth Social, agregando un dato escalofriante: la droga incautada, dijo, era suficiente para “matar entre 25 y 50 mil personas”.

Legalidad en la cuerda floja

El despliegue de fuego en aguas internacionales abre un debate jurídico y político de grandes proporciones. Legisladores demócratas y republicanos han exigido explicaciones al Pentágono, advirtiendo que la Constitución solo permite al Congreso declarar una guerra formal. La Casa Blanca, sin embargo, defiende que los cárteles designados como terroristas son “combatientes ilegales” y que, por lo tanto, EE.UU. está habilitado a usar la fuerza militar contra ellos en cualquier parte del mundo.

Expertos en derecho internacional consultados por medios estadounidenses advierten que esta doctrina convierte al Caribe en un campo de batalla sin reglas claras, donde cualquier embarcación sospechosa podría ser destruida sin juicio previo.

Un polvorín regional

El clima en la región se enrarece. Varios países caribeños expresaron preocupación por el riesgo de “daños colaterales” en rutas marítimas civiles. La ONU, mientras tanto, recibió una queja formal de Venezuela denunciando las incursiones aéreas y marítimas estadounidenses como “acciones guerreristas que amenazan la paz en América Latina”.

Con cada ataque, el Caribe se convierte más en un tablero de ajedrez geopolítico: Washington promete seguir golpeando con mano dura, mientras Caracas amenaza con declarar un estado de excepción sin precedentes. Entre acusaciones de narcotráfico, terrorismo y soberanía violada, lo cierto es que las aguas del Caribe se han transformado en un polvorín donde una chispa puede desatar un conflicto mayor.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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