De acuerdo con la información consignada por Soy Arica, decenas de trabajadores de la empresa Quiborax marcharon por el centro de la ciudad para visibilizar su preocupación sobre lo que viven más de dos mil personas que laboran en la empresa.
Esto, mientras esperan la decisión del Primer Tribunal Ambiental, ente que deberá definir si acoge la medida cautelar que solicita el Consejo de Defensa del Estado: el cierre de la empresa hasta el término del juicio.
“Esta situación puede acarrear un impacto social en Arica, donde ya existen problemas como la delincuencia, la migración y la cesantía. Somos más de dos mil trabajadores directos e indirectos y cada uno tiene alrededor de cuatro miembros en su familia, así que lo único que necesitamos es que avance el juicio, pero continuar trabajando”, dijo el presidente del sindicato, Roberto Hernández.
“Estamos con situaciones de estrés y de salud mental, muy preocupados porque se puede cortar nuestra fuente laboral sin haber todavía terminado el juicio. Pedimos al Estado que piense en estos trabajadores, porque no queremos que en Arica aumente el desempleo”, mencionó el dirigente.
Y es que la situación surgió desde el 11 de julio, momento en que el Primer Tribunal Ambiental admitió la demanda interpuesta por el Consejo de Defensa del Estado en contra de Quiborax por el eventual daño ambiental del Salar de Surire, ubicado en Putre.
