
El crimen organizado continúa en ascenso en Chile, con un incremento del 31,8% entre 2022 y 2024, según el Indicador Nacional de Crimen Organizado 2022-2024, elaborado por el Centro de Estudios en Crimen Organizado (CESCRO) de la Universidad San Sebastián.
En total, se registraron 20.825 hechos más asociados a este tipo de delitos en solo dos años. El estudio analiza 74 ilícitos vinculados al crimen organizado, agrupados en ocho dimensiones basadas en la legislación nacional y estándares internacionales.
Entre las categorías con mayor alza destacan la corrupción (834,8%), la ciberdelincuencia (305,3%) y los delitos relacionados con armas (91,1%). Sin embargo, las drogas y armas continúan siendo los ilícitos más frecuentes, con tasas nacionales de 245,04 y 152,99 incidentes por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
IMPACTO REGIONAL
El informe revela que las regiones del norte presentan altas concentraciones de delitos organizados. En 2024, Arica y Parinacota lideró con 99 puntos promedio por comuna, seguida por la Metropolitana (84) y Tarapacá (69).
Entre 2023 y 2024, Arica y Parinacota registró un aumento del 27,2%, mientras que Tarapacá mostró incrementos significativos en comunas como Colchane (2.753 delitos por 100 mil habitantes), Huara (489) e Iquique. Estos focos se relacionan principalmente con drogas, armas y contrabando, siendo el norte del país el principal epicentro del crimen organizado en proporción a su población.
Según Luis Toledo, exfiscal y director del CESCRO, “los datos reflejan un crecimiento sostenido en el mercado de drogas y armas, así como en los fenómenos de corrupción asociados”. Este diagnóstico apunta a la necesidad de reforzar políticas públicas que aborden de manera integral la expansión del crimen organizado en Chile.