
Cinco años después del anuncio presidencial del plan “Paso a Paso, Chile se Recupera”, el Servicio Nacional de Aduanas se acerca a completar los tres grandes proyectos de infraestructura comprometidos en 2020.
Mientras los nuevos edificios institucionales de Talcahuano y Puerto Aysén ya fueron entregados y se encuentran operativos, el renovado Complejo Aduanero de Quillagua avanza hacia su etapa final y será traspasado al servicio entre octubre y noviembre de este año, para iniciar su marcha blanca, con una operación plena proyectada para 2026.
El programa —que forma parte del plan de reactivación económica anunciado en 2020 y que contempló obras de alto impacto a nivel nacional— apuntó a reemplazar infraestructura dañada, mejorar las condiciones laborales de los funcionarios y fortalecer los sistemas de control fronterizo.
En ese marco, la reconstrucción de la Aduana Regional de Talcahuano se concretó en 2023, levantando un edificio sustentable y moderno que reemplazó al destruido tras el terremoto de 2010. De igual forma, la Aduana de Puerto Aysén finalizó su nuevo edificio, certificado como sustentable, tras 18 meses de obras y una inversión superior a dos mil millones de pesos.
El proyecto aún en ejecución, el Complejo Aduanero de Quillagua, ya se encuentra en su fase final. Esta obra —clave para el control del tránsito desde Zona Franca— incorpora sistema de televigilancia de última generación, 40 habitaciones climatizadas, infraestructura accesible e inclusiva y una planta fotovoltaica que abastecerá el 100% de su operación. Con más de 29 mil millones de pesos de inversión, es una de las infraestructuras más grandes desarrolladas por el MOP y Aduanas en el norte del país.
Durante una inspección reciente, la Directora Nacional de Aduanas, Alejandra Arriaza Loeb, destacó que el nuevo recinto permitirá fortalecer el combate al crimen organizado y el contrabando, además de entregar mejores condiciones laborales a los funcionarios que operan 24/7. Desde el MOP y la Delegación Presidencial del Tamarugal también resaltaron su impacto en la seguridad logística y fronteriza de la región.
Una vez concluidas las certificaciones y recepciones finales, el complejo será entregado formalmente a Aduanas para iniciar la marcha blanca antes de fin de año, cerrando así el ciclo de los tres proyectos comprometidos en 2020, lo que representa una renovación histórica de la infraestructura aduanera del país.







