Israel en máxima alerta tras lanzar un ataque directo contra infraestructura estratégica en Irán, que incluyó bombardeos sobre científicos nucleares y altos mandos militares. La ofensiva provocó una reacción inmediata del régimen iraní, que prometió un “golpe contundente” tanto contra Israel como contra Estados Unidos, elevando al máximo la tensión en Medio Oriente.
La operación, anunciada por el propio Ministerio de Defensa israelí, derivó en la declaración de estado de emergencia en todo el país. Bajo el concepto de “actividad esencial”, Israel suspendió clases, cerró lugares de trabajo no críticos y clausuró su espacio aéreo “hasta nuevo aviso”, mientras se alista para una eventual ofensiva iraní con “misiles y drones”.
En un comunicado, el Ejército israelí fue directo: “Nos esperan días difíciles y complicados”, por lo que llamó a la población a refugiarse en zonas seguras o, de no contar con una, buscar resguardo en escaleras o habitaciones interiores. Además, instaron a “evitar movimientos innecesarios en el exterior” y a “abstenerse de conducir” mientras duren las alertas.
Por su parte, el servicio de emergencias Magen David Adom (MDA) activó su máxima alerta, informando que “técnicos de emergencias médicas y paramédicos están desplegados por todo el país en ambulancias, unidades móviles de cuidados intensivos y motocicletas”, para enfrentar cualquier posible ataque o daño colateral.
Los hospitales también han iniciado protocolos especiales, como el traslado de áreas clínicas a sectores protegidos y el alta de pacientes estables, según informó la prensa local. El epicentro de la tensión está ahora en la espera de una reacción iraní, cuyo Ejército ya advirtió que la respuesta será “inmediata y con consecuencias”.
