
La llegada de la Selección Argentina a Chile estuvo lejos de pasar desapercibida. Medios como TyC Sports y Olé cuestionaron el operativo de seguridad en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, acusando una falta de protección hacia los jugadores, en especial Lionel Messi, en medio del fervor de los fanáticos y algunas expresiones de hostilidad.
Desde el otro lado de la cordillera, se apuntó directamente a la ANFP, acusándola de no cumplir los protocolos establecidos por la FIFA. Según los reportes, los futbolistas trasandinos debieron cruzar zonas comunes junto al público general, sin un corredor de seguridad exclusivo, lo que provocó caos y tensión a su arribo.
Frente a las críticas, la Federación de Fútbol de Chile (FFCh) respondió de manera categórica. A través de un comunicado, detallaron que sí se cumplieron las exigencias reglamentarias y que, en realidad, fue la Asociación de Fútbol de Argentina (AFA) quien desestimó las recomendaciones hechas en reuniones previas. “La AFA rechazó arrendar un terminal privado”, aclaró la federación chilena, insistiendo en que se advirtió de antemano sobre los riesgos logísticos.
Además, la FFCh subrayó que los servicios adicionales, como el uso de terminales exclusivos, no son obligatorios bajo el protocolo FIFA y deben ser costeados por la delegación visitante. Por ello, atribuyen el problema a una decisión del propio equipo argentino. “Todas las facilidades fueron ofrecidas”, concluyó el comunicado, dejando la polémica en cancha rival.