
Una mañana histórica y emotiva marcó la conmemoración de los 70 años del Himno de Arica en la cima del Morro. Más de 5 mil personas se unieron al ritmo de la canción que vibra en el corazón de la ciudad. El alcalde de Arica, Orlando Vargas Pizarro, lideró la ceremonia, acompañado del Concejo Municipal, escolares, familias y autoridades locales.


La celebración incluyó la entrega de un reconocimiento a los nietos del compositor del himno, Pedro Ariel Olea, quienes expresaron su emoción y orgullo por la canción que ha sido un símbolo de la identidad ariqueña durante décadas. Cristian Romero Olea, nieto del autor, recibió el reconocimiento y destacó que «para nosotros como familia es importante, ya son 70 años y la verdad es que este himno nos pertenece a todos».


El Himno de Arica nació en 1955, cuando el poeta y compositor Pedro Ariel Olea fue convocado por el Centro Hijos de Arica en Santiago para crear una pieza que reflejara el alma ariqueña. Durante 15 días recorrió la ciudad, conversó con su gente y sintió el pulso de sus calles. La canción ha sido grabada, versionada y amada por generaciones, y hoy es un símbolo de la ciudad y su gente.


Nelson Torres Otarola, expresidente del Colegio de Periodistas de Chile Consejo Regional Arica, recordó que el himno logró unir lo épico con lo sensible, lo patriótico con lo humano. «Una obra que no solo narra nuestra historia, sino que nos da una razón para seguir cantando con fe en el porvenir», destacó.


La ceremonia en la cima del Morro fue un momento emotivo que unió a la comunidad y recordó la importancia del Himno de Arica en la identidad y el patrimonio de la ciudad. El alcalde Vargas Pizarro expresó que «estas locuras lindas, uno las puede hacer cuando es alcalde» y destacó la importancia de la identidad y el patriotismo en la construcción de una mejor ciudad.

