
Deportes Iquique necesitaba un partido así. En medio de sanciones, de una temporada cuesta arriba, y con las gradas vacías, el equipo del norte grande rugió con fuerza en el Tierra de Campeones y consiguió su primer triunfo en la Liga de Primera 2025. Fue un 3-0 categórico sobre Huachipato, que devolvió la esperanza a quienes, semana tras semana, siguen creyendo en los Dragones Celestes.
Bajo la conducción de Fernando Díaz, Iquique mostró orden, ambición y una convicción que no se había visto con tanta claridad en jornadas anteriores. Desde temprano, Álvaro Ramos desató un grito de gol contenido con una aparición oportuna a los 14 minutos. Luego, el equipo supo aguantar y atacar con inteligencia: Enric Saborit y Misael Dávila, con un golazo, sellaron la fiesta en los minutos finales, desatando la emoción de quienes alentamos, aunque sea desde lejos.
A pesar de este gran respiro, los celestes siguen en zona compleja: con 5 puntos, se mantienen al fondo de la tabla, pero ahora a solo una unidad de la salvación. No será fácil, pero este triunfo devuelve el alma al cuerpo. La entrega fue total, la actitud intachable. Ni siquiera el castigo de jugar sin público —tras la sanción por la invasión de cancha frente a Unión Española— apagó el fuego que los jugadores mostraron en la cancha.
Mientras los del sur dejaron escapar la chance de ser punteros, Iquique hizo lo suyo: reconectar con su identidad, luchar como siempre y ganar cuando más se necesita. Ahora, el desafío es sostener el envión: el próximo jueves, Dragones recibirán a Atlético Mineiro, con la ilusión renovada.
Foto: Johan Berna T. / Tierra de Dragones