
Una vida entre dos puertos. Así se podría resumir la historia de Juan Carlos Vargas Marambio, quien falleció este lunes a los 65 años en la región de Coquimbo, luego de batallar con una compleja enfermedad. Nació en Coquimbo, pero su segunda patria fue Iquique, ciudad que lo acogió desde 1987 y donde desarrolló gran parte de su vida familiar, laboral y deportiva.
Juan Carlos llegó al norte acompañado por su esposa Janet Alviña y su hijo mayor, Juan, que entonces tenía apenas tres años. A los pocos meses, Iquique lo recibió con un nuevo regalo: el nacimiento de su segundo hijo, Jorge Luis, hoy comunicador y compañero en nuestra Vilas Radio. Con esa mudanza se selló un vínculo que lo acompañaría por el resto de sus días. Iquique no solo fue su ciudad adoptiva, fue también el escenario donde escribió una de las páginas más significativas del fútbol regional.
Desde su rol como presidente de la Asociación Junior y Penecas entre 1998 y 2001, hasta convertirse en una figura clave del resurgimiento de Municipal Iquique, su sello siempre fue la gestión, la constancia y el trabajo silencioso. A comienzos de los años 2000, y en plena crisis institucional de Deportes Iquique, tomó las riendas del fútbol joven, dando soporte a los juveniles que vieron cerrar las puertas del profesionalismo tras el descenso de 2002.

Fue parte del grupo conocido como “Los 22”, quienes se negaron a ver desaparecer el nombre de Iquique del mapa del fútbol chileno. Junto a otros conocidos dirigentes, impulsaron la creación de Municipal Iquique, que permitió mantener viva la identidad deportiva de la ciudad. Vargas fue su presidente entre 2003 y 2006, liderando una etapa decisiva que culminó con el ascenso a Segunda División, devolviendo así a Iquique al profesionalismo.
Durante esos años no solo gestionó desde la dirigencia, también fue parte activa en la operación del club, incluso ocupando el cargo de jefe de operaciones. Su entrega, reconocida incluso por referentes como Harold Mayne-Nicholls, fue siempre más allá de los cargos: siempre disponible para orientar, resolver o simplemente estar.
El impacto de su legado no solo quedó en títulos o ascensos. Su mirada estuvo siempre puesta en el fútbol formativo, en la educación de valores desde la cancha. Por eso, como gesto de reconocimiento, la Asociación Junior y Penecas anunció que su Campeonato 2025 llevará su nombre, como símbolo de gratitud a uno de los hombres que más hizo por las bases del deporte local.
Juan Carlos también fue tornero mecánico y supervisor industrial, pero sus mayores logros nacieron fuera de la fábrica: en las canchas, los camarines, y los pasillos de clubes y asociaciones, donde promovió torneos, giras y gestiones que marcaron a generaciones de jóvenes.
Este martes se celebró una misa en su honor en la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús en Iquique, donde las personas recordaron su incansable energía, su humildad, y su carácter afable. Su funeral se realizará en Coquimbo, la ciudad que lo vio nacer.
Desde Vilas Radio, extendemos nuestras condolencias a nuestro compañero Jorge Vargas, a toda su familia y al mundo deportivo que hoy despide a un dirigente que hizo del compromiso su mayor bandera.