Este fin de semana en una iglesia evangélica en el suroeste de Nigeria hombres armados atacaron el recinto, asesinaron a un sacerdote y secuestraron a siete feligreses que fueron rescatados.
Según informó un comunicado de los Cuerpos de Orientación Social y Seguridad de Ogun (So-Safe Corps), que es un grupo paramilitar de vigilancia reconocido por las autoridades regionales, el ataque se produjo hacia las 00:00 hora local del sábado en un templo de la Iglesia Cristiana Redimida de Dios (RCCG, en inglés), la que pertenece al movimiento pentecostal.
A través de una llamada de socorro que recibieron de algunos de los miembros de la RCCG (…) en la localidad de Obafemi Owode fueron atacados durante una vigilia», señaló su comandante, Soji Ganzallo.
Así también indicó que «las siete víctimas fueron rescatadas ilesas, mientras uno de los secuestradores murió y muchos de los sospechosos sufrieron heridas graves durante el tiroteo», añadió.
Frente a los hechos ocurridos este fin de semana, medios locales recordaron que hace un año atrás también sucedió un ataque en el estado de Ondo, situado en el suroeste del país, donde hubo una masacre en una iglesia católica, perpetrado por hombres armadas que dejó cerca de cuarenta fallecidos.
Los ataques y secuestros se han mantenido de manera constante en Nigeria, principalmente por el cobro de lucrativos rescates. Dichos ilícitos suelen registrarse en el centro y noroeste del país, pero no en el suroeste, como fue en el caso de este último.
Cabe recordar que a esa inseguridad se suma la amenaza yihadista que arrasa desde 2009 el noreste de Nigeria, causada por el grupo Boko Haram y desde el 2015, por su facción ISWAP (Estado Islámico en la Provincia de África Occidental).
