En flagrancia detectives de la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de investigaciones Arica, detuvieron a hombre chileno de 39 años por el delito de daño a monumentos nacionales, tras ser sorprendido realizando exclavaciones en el Valle de Lluta en el sector Linderos.
Según informó la Policía de Investigaciones (PDI), la brigada especializada realizaba diligencias en el sector junto al encargado regional del Consejo de Monumentos Nacionales, el arquitecto Álvaro Romero, cuando sorprendieron al imputado, quien se encontraba intentando sustraer elementos arqueológicos que están protegidos por ley.
El subprefecto Rodrigo Ortiz, jefe de la Bidema de la PDI Arica, comentó que el hecho se observó en la Ruta 11-CH en el kilómetro 29, en el sector de Linderos del Valle de Lluta. “El imputado fue detectado con herramientas en mano, una picota y un sofisticado detector de metales, y al inspeccionar el lugar se evidenció que había realizado una veintena de pequeñas excavaciones en un sitio arqueológico”, expresó
Cabe destacar que el lugar es un sitio arqueológico de Época Republicana, aproximadamente entre los años 1850 y 1920 y tras verificar los daños, se le detuvo por delito flagrante de daño a monumentos nacionales. El imputado, además, mantenía entre sus pertenencias dos elementos arqueológicos que había sustraído del lugar, por lo que se le detuvo también por el delito flagrante de apropiación de monumentos nacionales.
El jefe de la Bidema indicó que dada la naturaleza y abundancia de los sitios arqueológicos es imposible tener un catastro y señalización de todos los sitios presentes en la región de Arica y Parinacota. De este modo se dio cuenta del procedimiento al Ministerio Público, el que determinó que el detenido quedara apercibido a la espera de su citación al tribunal correspondiente.
También el subprefecto, detalló que los bienes arqueológicos son todos los bienes culturales presentes en el subsuelo o superficie del territorio, estén en terrenos privados o fiscales, conocidos previamente o no, y que ya no están en uso y que forman parte de un contexto arqueológico que a través de su estudio sistemático permite entender a las comunidades del pasado, sean estas tan antiguas como los pescadores Chinchorro de hace 8 mil años atrás, o antiguos arrieros que cruzaban el desierto en sus mulas hasta mediados del siglo XX.
Por su parte, Álvaro Romero, arqueólogo encargado de la oficina técnica regional del Consejo de Monumentos Nacionales, hizo un llamado a la comunidad a no usar detectores de metales para encontrar «antiguos tesoros». Además, agregó que “esta actividad recreativa muchas veces no es inocua y puede conllevar a la destrucción de sitios arqueológicos.
Romero detalló que se está haciendo masiva la compra y uso de detectores de metales, “sabemos que no sólo se usan como actividad recreativa en las playas, sino que se usan también para el saqueo de bienes arqueológicos, que de acuerdo a la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, son de propiedad del Estado y por tanto comprenden un delito de daño a Monumento Nacional”, expresa.
El encargado regional del Consejo de Monumentos Nacionales, hizo el llamado a la comunidad a no realizar búsquedas de piezas de metal, ya que, “junto con cometer un delito de daño al Monumento Nacional, están provocando una destrucción del contexto arqueológico, porque para buscar cada una de esas piezas se realizan excavaciones que remueven materiales arqueológicos de interés científico y patrimonial”.
