Durante esta semana el norte grande del país, y en especial nuestra región de Tarapacá, comienza a vivir una de las festividades religiosas más importante de Chile como lo es la celebración de Nuestra Señora del Carmen del Tirana.
En una situación normal, el poblado, a esta hora, estaría realizando la ceremonia de inicio la cual comienza en el sector de la “Cruz del Calvario” para luego trasladarse al Santuario para hacer la apertura del Templo y pedir la intercesión de nuestra madre para comenzar de gran manera esta festividad.
Hoy en día, y hace más de 2 años, este tradicional signo no se ha podido realizar debido a las condiciones sanitarias de nuestro país, sin embargo, este año, y después de mucho tiempo, algunos fieles han podido subir al pueblo santo para poder dar gracias y saludar a la imagen de la virgen previo a la víspera.
En esta oportunidad, será Ester Rivera quién nos contará su historia, y en donde en base a ella podremos reconocer muchas tradiciones que mantiene nuestro norte.
“Tengo 83 años, nací en la Salitrera Humberstone, y desde pequeña he venido a saludar a la Virgen. Es una tradición familiar en base a la fe y el amor hacía la Carmelita”, comenzó diciendo la devota.
“Una vez casada, y junto a mi marido Rodolfo, seguimos manteniendo esta tradición. cada año era sagrado venir a ver a la chinita. Tengo 5 hijos, y cada uno de ellos vive a su manera esta festividad, alguno de ellos no se encuentras en Iquique, pero siempre están pendiente de este día”, recordó con gran emotividad.
En base a este rito religioso que realizaba cada mes de julio, Ester nos mencionó que vivió uno de los momentos más dolorosos de su vida, el cual fue perder a su esposo, debido a un cáncer. “El comenzar a visitar a la Virgen sin mi marido, fue algo muy duro, era algo que realizábamos juntos (…) pero se que mi ‘viejo’ estaba conmigo cada vez que venía a ver a nuestra madre”, expresó.
“La tradición de la festividad de la Tirana es algo que traspasa generaciones y vidas completas, fue difícil venir nuevamente por que me recuerda mucho a mi esposo, pero el consuelo de la Carmelita siempre está cuando piso su santuario, y de eso se trata el amor de la Virgen, en que nunca me ha dejado sola”.
En base una nueva celebración no presencial, aclaró que “debemos cuidarnos, de eso estamos claros. Pero las autoridades hoy en día prohibieron la festividad en el pueblo, y la gente sigue subiendo igual… entonces… ¿habrá sido bueno suspenderla? Yo subí durante este fin de semana por el día para ver a la madre, y había mucha gente, como si fuese un día normal de fiesta, no hay fiscalización, eso quiere decir que la gente se aglomerará igual”, finalizó.