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NICOLE AYARA, CAMPEONA NACIONAL DE BOXEO: «HAY QUE DECIRLES A TODOS Y EN ESPECIAL A LAS MUJERES QUE LOS SUEÑOS SE PUEDEN CUMPLIR»

En Vilas Radio 100.1 FM estamos contentos de poder realzar las carreras deportivas de grandes personas que a muy corta edad ya están destacando en el deporte.

En esta oportunidad conversamos con Nicole Araya, Campeona nacional de Boxeo, quien nos confidenció que «nunca tuvo planeado el dedicarse al boxeo», de hecho no proviene de una familia de deportistas, y todo partió cuando acompañó a unos amigos a preguntar para hacer clases de box: «Fue en ese momento en que me dijeron que lo intentara, y me motivé a practicar de puro curiosa junto a mis amigos de ese tiempo, cuando estaba en el liceo».

Ante la consulta sobre si hay alguna persona que la haya motivado a perseverar en el deporte, ella respondió que: «Ahora, nadie. En ese entonces cuando comencé en el año 2009 nadie me alentaba, pues no había ninguna mujer entrenando, era sólo yo. De hecho, mi entrenador de esa época, Humberto Sepúlveda no quería entrenar mujeres, me tuvo haciendo sombras como 6 meses, no me quería enseñar. En mi familia me decían que cómo se me ocurría hacer boxeo, qué me iba a echar a perder mi carita y todo eso».

Sin embargo, a pesar de eso ella siguió con su idea, no se detuvo: «Una vez que mi entrenador vio que yo era constante me empezó a hacer paralela, y me subió al ring -y no cualquiera se subía- por ello yo me sentí muy importante. De hecho, cuando fue mi primer combate, a pesar que lo perdí, la adrenalina que sentí me gustó tanto que nunca más solté este deporte. Cuando me tomé este asunto en forma más seria y los triunfos comenzaron a llegar, mi hermana se transformó en la principal motivadora».

En ese momento fue cuando le preguntamos ¿Qué se siente ser campeona nacional?: «Es haber cumplido un sueño. Cuando yo empecé lo hice por distracción, para salir de la rutina; sin embargo en 2010 salí campeona internacional en Arica, competí con Perú y Arica; y luego me retiré pues fui mamá. De ahí que entré a estudiar, soy educadora, y me alejé del boxeo aunque siempre extrañándolo».

Pero ahí no termina su historia sobre el ring, pues cuando estaba en tercer año de Universidad ella extrañaba mucho el boxeo y no tenía tiempo para hacerlo pues trabajaba y estudiaba y aparte se hacía cargo de su bebé. Sin embargo un día cualquiera recibió un llamado. Era su ex entrenador para preguntarle si quería volver a probarse los guantes.

«En ese campeonato yo perdí, en 2018; por varias razones, pues no tuve el tiempo de preparación posible. Así que tomé como una meta personal el no dejar de entrenar para poder estar en condiciones para el 2019. Mis amigos me ayudaron mucho pues se adaptaron a mi horario para poder entrenar, me pasaban a buscar a las 6 de la mañana».

Con todo este esfuerzo de sudar la gota gorda durante las mañanas, incluso antes de clarear el alba ha rendido frutos en ella: «Mi trabajo y mi deporte me hacen sentir completa. No podría optar entre uno y otro, aunque son completamente diferentes. El entrenar temprano y luego trabajar se tornó algo maravilloso para mí».

El 2021 fue el primer año en que ella ejerce como educadora de párvulos, antes era técnico en lo mismo, y desde el 2016 que está trabajando con los niños de la Escuela Eduardo Llanos, y es muy agradecida de su director, pues nunca le ha puesto un «pero» para sus prácticas.

Luego de un largo tiempo producto de la pandemia las escuelas y gimnasios de mantuvieron cerrados, hasta que se terminaron esas restricciones y ahí fue que Rolando Andrade, del club Unión Matadero la llamó para convencerla de volver al ring:

«Él quiso ayudarme y representarme. Desde ese momento me quedé en el club Matadero. Ellos hicieron que yo me mantuviera en el boxeo. Me gustaría dedicarme al boxeo profesional, pero se ve muy lejano ese sueño, pues lamentablemente no se puede vivir del deporte».

Sobre peleas memorables, dice que son muchas, pero se recuerda mucho de una en donde en el primer round se lesionó el codo y a pesar de eso le ganó a una púgil de Santiago «¡Con un brazo menos!».

Nicole Araya quiere enviar un mensaje a todos, pero muy especial para las mujeres: «Hay que dedicar un tiempo para ellas, no puede ser todo la familia y el trabajo. Hay que hacer algo que nos libere, que nos saque de la rutina, que nos alimente el espíritu. No soy la mejor en el boxeo, pero soy perseverante. Hay que hacer sacrificios, pero a la larga, vale la pena. Hay que decirles que los sueños sí se pueden lograr», expresó la campeona.

Sin duda, esta mujer luchadora en su corta edad ha pasado por muchas dificultades, pero eso no ha sido impedimento para sacar adelante a su hijo, para realizarse primero como estudiante y luego como profesional y tampoco para mantenerse en el deporte que más le apasiona. Una grata conversación con una campeona nacional, la que ha contribuido al orgullo de la Tierra de Campeones.

AGRADECIMIENTOS:

Una de las características de un gran ídolo del deporte es saber de donde uno viene y ser agradecido de los hombres y los dioses que han dado algo por uno en la vida. Nuestra campeona sabe de ello y nos pidió encarecidamente que se publicaran estos agradecimientos:

«Al Club Unión Matadero y a don Rolando Andrade que me buscó y me convenció, toda mi gratitud para él y la gente del club. A Oscar Valdivia, Francisco Bugueño, al entrenador físico Amador Contreras, a mi director de mi trabajo Hugo alegría; a mis amigos «KLT» que nunca me han dejado sola. Al Charly Boxing que nos prestó el lugar y nos dio la posibilidad de hacer sparring con las chiquillas de ahí».

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