
El balompié nacional entra en una nueva era: desde 2026 los partidos más importantes se jugarán en horario estelar, se restringirá la programación en días laborales y se aplicarán duras sanciones económicas a quienes incumplan las nuevas reglas del espectáculo.
El fútbol chileno está al borde de una transformación sísmica histórica. Mientras los dirigentes de la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional), el Consejo de Presidentes de clubes y TNT Sports afinan los planos del balompié criollo para la temporada 2026, un documento clave conocido como el “Cuaderno de Cargos” ha encendido un intenso debate y promete cambiar para siempre la forma en que el torneo se programa, se vive y se consume tanto en los estadios como frente a las pantallas.
Ya se palpita una reforma estructural sin precedentes, que no solo reorganiza los horarios de los partidos más emblemáticos, sino que también establece sanciones, límites de programación, incentivos económicos y una apuesta por el espectáculo global del fútbol chileno.
Aquí te contamos todo lo que debes saber, con lujo de detalle y sin dejar cabos sueltos.
HORARIO PRIME: EL FÚTBOL SE MUDA A LA NOCHE
La piedra angular del cambio es clara: los partidos deberán programarse pensando en las audiencias, y no al revés. El Cuaderno de Cargos sostiene que:
📍 Cada jornada de Primera División podrá tener hasta seis partidos por día y solo dos en simultáneo, salvo en las fechas culminantes del torneo.
📍 El encuentro de mayor interés de cada jornada —incluyendo clásicos— buscará jugarse en horario prime televisivo, es decir, entre las 19:00 y las 23:00 horas, un cambio radical respecto a los tradicionales horarios matinales o de tarde.
Esta medida busca maximizar la audiencia televisiva y digital, así como aumentar la asistencia en los estadios, poniendo a los duelos más atractivos en el mejor momento del día para los hinchas y los consumidores del deporte.
CLÁSICOS NOCTURNOS: ADIÓS AL MEDIODÍA, HOLA ESPECTÁCULO
Durante años, clásicos como Colo Colo vs Universidad de Chile o Universidad Católica vs Colo Colo se jugaban en horarios menos estelares, muchas veces al mediodía. Esto, según dirigentes y operadores audiovisuales, diluía el impacto mediático y reducía las audiencias televisivas.
Con las nuevas reglas, la intención es clara: que los clásicos se jueguen en horario prime, con el cierre de la jornada futbolística, tal como ocurre en las principales ligas del mundo.
Esto no solo rediseña el espectáculo futbolístico, sino que también abre la puerta a una experiencia más intensa para los fanáticos, con mayor cobertura televisiva y potencial impacto económico.
REGLAS PARA DÍAS DE PARTIDO: MÁS ASISTENCIA, MENOS INTERRUPCIONES
El documento también contiene medidas pensadas para proteger la asistencia y el consumo televisivo:
Si un partido se disputa en día laboral, no podrá programarse antes de las 18:00 horas, evitando horarios que dificulten el traslado de los aficionados desde y hacia los estadios.
Este criterio se alinea con la lógica de transformar el producto fútbol en un evento más accesible para los espectadores y patrocinadores, y menos rígido frente a las exigencias de la vida cotidiana de los hinchas.
MULTAS Y SANCIONES: SE ENDURECE EL REGLAMENTO
No todo es libertad de programación. El Cuaderno de Cargos también establece un marco sancionatorio contundente para quienes incumplan sus normas, con multas que se dividen en varios niveles:
🔹 Faltas leves: Entre 10 y 50 UF
🔹 Faltas graves: Entre 51 y 250 UF
🔹 Faltas gravísimas: Entre 251 y 1.000 UF
En el caso de los clubes de Primera B, los montos se reducirán a la mitad en comparación con la Primera División, aunque seguirán siendo significativos para las economías de los clubes y su planificación deportiva.
Este régimen busca no solo ordenar el calendario, sino también garantizar que todos los actores cumplan con el compromiso de ofrecer fútbol competitivo, sin interrupciones innecesarias ni decisiones unilaterales que afecten el desarrollo del torneo.
DEUDAS, DERECHOS Y REESTRUCTURACIÓN DEL CALENDARIO
El escenario más amplio detrás de estas medidas no puede entenderse sin mencionar el acuerdo entre la ANFP y TNT Sports, clave para la temporada 2026. Este pacto surgió como respuesta a una deuda millonaria de la ANFP con la señal televisiva, originada por partidos no disputados durante el estallido social y la pandemia.
Para saldar esta deuda, se ampliarán las competencias, con torneos extra como la Supercopa con formato de cuatro equipos y una nueva Copa de la Liga, lo que incrementará la cantidad de partidos a disputar y, por ende, el contenido televisivo disponible para TNT Sports.
IMPACTOS EN REDES Y CLUBES DEL ASCENSO
Los efectos de todo este paquete de medidas también alcanzan a clubes más allá de la Primera División. Por ejemplo, los equipos de Primera B verán una reducción en sus ingresos por derechos de TV debido a los descuentos pactados para ayudar a pagar la deuda con la televisora, lo que los obliga a ajustar sus presupuestos de cara a la temporada 2026.
Asimismo, una nota aparte merece la Segunda División, que enfrenta un panorama televisorio incierto tras el cese de operaciones de la plataforma que hasta ahora transmitía su torneo, un tema que la ANFP deberá abordar si quiere mantener la cohesión de los tres niveles profesionales del balompié nacional.
CHILE 2026: ¿UN NUEVO FÚTBOL O UNA MISMA HISTORIA CON OTROS COLORES?
El fútbol chileno se encuentra en un punto de inflexión. Las nuevas reglas de programación, los clásicos en horario prime, el endurecimiento de sanciones y la necesidad de saldar deudas históricas con la televisación conforman un panorama inédito para la temporada 2026.
Ya no se trata solo de qué equipos levantan trofeos, sino de cómo se construye, distribuye y se transmite el espectáculo más seguido del país. Una reconfiguración que apunta a maximizar audiencias, aumentar la competitividad y revalorizar el producto fútbol chileno, pero que también plantea desafíos financieros, operativos y culturales para clubes, hinchas y medios.







