La Sala del Senado ratificó este lunes la acusación constitucional en contra del ministro de la Corte Suprema, Diego Simpertigue, decretando su remoción inmediata del máximo tribunal. El libelo, impulsado por un grupo de 11 diputados —entre ellos Daniel Manouchehri, Daniella Cicardini y Luis Cuello—, se fundamentó en el notable abandono de deberes en el marco del “Caso Audio”, convirtiendo a Simpertigue en el tercer supremo en caer durante este 2025.
En relación con la extensa sesión de la Cámara Alta que sesionó durante todo el día, este fue el detalle de la votación que reflejó un consenso total en los cargos vinculados a la “trama bielorrusa”.
En ese sentido, el Capítulo 1, que acusaba falta de probidad e imparcialidad en la causa BelAz Movitec —donde se benefició a un consorcio por más de $11 mil millones—, fue aprobado por la unanimidad de 43 votos. Por su parte, el Capítulo 3, relativo al caso Fundamenta y viajes en crucero con abogados, fue visado con 33 votos a favor. El segundo capítulo, sobre conflictos de interés en nombramientos notariales, fue rechazado al obtener solo 18 votos.
Antes del veredicto, el magistrado realizó una sentida defensa personal ante los senadores para intentar evitar su destitución. Diego Simpertigue, exministro de la Corte Suprema, manifestó con pesar: “He sido juez toda mi vida y no merezco lo que me pasa. Nunca ha habido ninguna irregularidad, para mí se desarrolló en un ambiente normal. Actué de buena fe”. El juez insistió en que sus fallos siempre buscaron la justicia y que no existía nada sospechoso en su comportamiento.
La defensa técnica cuestionó duramente la legitimidad del proceso, apuntando a vicios reglamentarios desde su origen en la Cámara Baja. Juan Carlos Manríquez, abogado defensor, señaló que el juicio político carecía de garantías de imparcialidad: “Se rompió la continuidad lógica del proceso desde el minuto en que las mismas personas retrotraen, anulan y se vuelven a pronunciar. Están completamente inhabilitados para actuar con justicia”.
Esta histórica remoción se suma a las de los exministros Ángela Vivanco y Sergio Muñoz, además de las recientes salidas de Antonio Ulloa y Verónica Sabaj de la Corte de Apelaciones. Con este escenario, el Poder Judicial cierra un año marcado por un deterioro estructural y la salida de sus más altas autoridades por fallas en los estándares de independencia e imparcialidad. La caída de Simpertigue ratifica el endurecimiento del Congreso ante los escándalos de corrupción que han sacudido al sistema judicial chileno.
