Un cargamento de 19,5 toneladas de madera tajibo, impregnada mediante un sofisticado método con clorhidrato de cocaína, fue incautado en el Puerto de Arica tras un exhaustivo trabajo de inteligencia interinstitucional. La carga, distribuida en nueve pallets, procedía de Bolivia y tenía como destino final la ciudad de Barcelona, pero fue detectada gracias a un minucioso análisis de patrones logísticos y riesgos documentales.
Según informó el Ministerio Público, el operativo fue dirigido por la Unidad de Inteligencia y Crimen Organizado de la Fiscalía de Arica y ejecutado por el Departamento de Inteligencia e Investigaciones Policiales Marítimas (DIPOLMAR). Tras una alerta de binomios caninos de la Armada y Aduanas, peritajes del Servicio de Salud confirmaron el pasado 18 de diciembre la presencia de la droga, estableciendo inicialmente más de 700 kilos, cifra que podría aumentar al desarmar cada pieza de madera.
En relación con ello, Mario Carrera Guerrero, fiscal regional de Arica y Parinacota, destacó la complejidad del hallazgo: “Ya habíamos tenido embarques con madera, pero no con estas características. Son planchas bastante pequeñas para dificultar el trabajo de nuestros fiscalizadores. Por el ojo de nuestros analistas y los canes, se pudo determinar que aquí había efectivamente cocaína”.
Por su parte, Fernando Méndez Cañas, contraalmirante y comandante en jefe de la Cuarta Zona Naval, enfatizó la importancia de la vigilancia en los terminales. “Chile depende del mar y eso es una oportunidad para el narcotráfico para buscar nuevas formas de traficar. Aquí hubo una comunicación fuerte entre las instituciones para permitir que los puertos sigan seguros”, afirmó.
El alcance económico del golpe también fue analizado por las autoridades policiales. Erick Menay Pino, prefecto inspector y jefe nacional Contra el Crimen Organizado de la PDI, señaló que “buscamos golpear el patrimonio y hemos activado la investigación del lavado de activos. En Barcelona, el valor de la sustancia puede subir de 1.500 a más de 20.000 dólares”.
Finalmente, James Alarcón Contreras, director regional (s) de la Aduana de Arica, resaltó que la clave del éxito fue la inversión estratégica en tecnología y capacitación del personal. Este esfuerzo conjunto se enmarca en un foco criminal que ya ha logrado incautar 513 toneladas de precursores químicos para la fabricación de drogas en los puertos de la zona norte.
