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BORIC LLAMA A KAST TRAS SU VICTORIA HISTÓRICA: “FELICITACIONES, SEÑOR PRESIDENTE ELECTO; CHILE NOS NECESITA UNIDOS”

Con un diálogo público y directo, el Presidente saliente Gabriel Boric llamó a José Antonio Kast para felicitarlo por su triunfo en la segunda vuelta presidencial y coordinar una transición ordenada. Ambos líderes acordaron trabajar conjuntamente, con la participación de sus equipos, para asegurar continuidad de Estado, respeto institucional y colaboración frente a los desafíos urgentes del país, de cara al 11 de marzo de 2026.

Las palabras resonaron en la pantalla de miles de hogares y en las plazas de todo Chile antes de que la noche terminara de caer: “Felicitaciones, porque ha obtenido un triunfo claro… ha sido electo Presidente de la República de Chile, y por lo tanto de todos los chilenos y chilenas.” Fue Gabriel Boric, Presidente saliente, marcando con firmeza un momento sin precedentes en la política nacional: el diálogo franco entre mandatarios, el reconocimiento del veredicto ciudadano y la promesa de una transición ordenada que, por primera vez en años, colocó a dos figuras antagónicas frente a frente en un gesto republicano que muchos celebraron como histórico.

No fue un acto protocolar. Fue un mensaje que dejó en claro que la democracia chilena sobrevivió a la tormenta política y ahora enfrenta su prueba de madurez.

Una conversación más allá de la formalidad

Boric no se limitó a repetir fórmulas. Cuando sostuvo el teléfono frente a cámaras y micrófonos, habló con una mezcla de solemnidad y humanidad. Recordó la importancia de las instituciones, resaltó el valor del pueblo chileno y enfatizó que este llamado no era un simple trámite: era una ofrenda al futuro democrático del país.

“No es solo un acto formal”, dijo con voz pausada. Para el Presidente saliente, la elección no representa la victoria de una corriente sobre otra, sino la consolidad democracia que supera ánimos y diferencias, y que debe ser respetada por todos.

La respuesta de Kast: orden, respeto y una transición sin grietas

Del otro lado de la línea, José Antonio Kast respondió con tono moderado, pero firme: **agradeció el llamado, valoró la voluntad de colaborar y subrayó que su interés es construir paz y entendimiento nacional. Bajo ese marco, ratificó su intención de mantener una transición ordenada y respetuosa, con miras a asumir plenamente el 11 de marzo.

“Mi interés es colaborar para que revivamos la paz entre nosotros”, dijo Kast. Y añadió: “Espero poder contar con sus opiniones y su mirada sobre el país” una vez que jure como Presidente, señalando que el trabajo conjunto tras la elección es más que deseable: es necesario.

Un traspaso diseñado para la institucionalidad

La llamada no quedó en palabras. Boric extendió una invitación concreta: recibir a Kast en La Moneda al día siguiente, con sus equipos respectivos para coordinar el traspaso de mando, intercambiar visiones sobre tareas urgentes de continuidad de Estado y conversar cara a cara sobre los desafíos que enfrenta Chile. No fue un llamado frío ni rígido: fue una invitación a dialogar de igual a igual, sin arrogancias y con la mirada puesta en el bien común.

“Chile es más grande que usted, que yo y que todos los que hemos pasado por este palacio”, afirmó Boric, en un momento que muchos analistas describieron como un gesto de grandeza republicana.

Entre la solemnidad y la humanidad

Frente a cámaras, Boric reveló que al conversar con Kast tuvo que equilibrar el peso de su cargo con la dimensión humana de la transición. Habló de la “soledad del poder”, de las decisiones difíciles que implica gobernar y de la necesidad de transmitir aprendizajes a quien asumirá la máxima responsabilidad en marzo.

Kast, por su parte, agradeció la disposición y cortesía del equipo de Boric, al mismo tiempo que confirmó que asistiría a La Moneda acompañado de su esposa, María Pía de Irazola, y parte de su propio equipo para afinar detalles y preparar el futuro gabinete.

Una señal para Chile y el mundo

Analistas políticos intentan descifrar desde ya el significado profundo de este diálogo entre dos líderes que se disputaron el poder por décadas. Para muchos, este momento marca la consolidación de una tradición democrática madura: reconocer al adversario, escuchar su voz y preparar el terreno para una transferencia del mando sin sobresaltos.

En un país marcado por tensiones políticas profundas, esta llamada entre Boric y Kast no fue un simple intercambio de palabras. Fue una declaración pública de respeto institucional, de compromiso con la democracia y de responsabilidad con las generaciones futuras.

El mandato que ahora empieza

Chile votó y su decisión es clara. Ahora, más allá de discursos de victoria o derrota, es hora de gobernar. Boric lo dijo: estará a disposición del futuro Presidente y su equipo para coordinar una transición que responda a las expectativas ciudadanas. Kast lo prometió: respetará ese proceso, estudiará las realidades del país y buscará caminos para avanzar sin exclusiones.

Si en algo coincidieron ambos protagonistas de este nuevo capítulo político, fue en esto:
el verdadero desafío no comienza con la victoria ni con la derrota… comienza con la responsabilidad de transformar esa voluntad ciudadana en hechos que mejoren la vida de los chilenos.

Y en esa hoja de ruta, la conversación entre Boric y Kast quedará como un símbolo de que, aun en tiempos de polarización, la democracia aún puede encontrar puentes.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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