La comunidad de Arica y Parinacota se encuentra profundamente conmovida tras la partida de José “Pepe” Manríquez, uno de los comunicadores más influyentes y queridos de la región. Su fallecimiento, ocurrido durante la madrugada, marca el cierre de una trayectoria que dejó una huella imborrable en los medios locales y en la identidad cultural del extremo norte de Chile.
Durante más de cuatro décadas, Don Pepe dedicó su vida al desarrollo de las comunicaciones en Arica. Fue el impulsor principal de Arica TV, un proyecto pionero que abrió camino a la televisión local cuando aún era un desafío contar con espacios informativos propios. Gracias a su visión y esfuerzo, la ciudad comenzó a ver reflejada su cultura, su gente y su historia en contenidos producidos desde la región y para la región.
Su labor no solo destacó por su aporte técnico y profesional, sino también por su rol como formador. Numerosos comunicadores dieron sus primeros pasos bajo su guía, encontrando en él un mentor generoso, paciente y profundamente comprometido con el crecimiento de los medios ariqueños. Su estilo cercano y su capacidad para conectar con la comunidad lo transformaron en una figura ampliamente respetada.
Más que un conductor o productor, José Manríquez fue un constructor de identidad regional, contribuyendo al fortalecimiento del relato local en tiempos en que la televisión cumplía un rol clave en la unión y expresión de la comunidad. Su nombre quedó asociado a una época de innovación, esfuerzo y sentido de pertenencia para Arica.
Hoy, Arica despide a uno de sus grandes referentes. Colegas, amigos y habitantes de la zona lo recuerdan con cariño, admiración y profundo agradecimiento por su incansable labor. Su legado —arraigado en la memoria colectiva y en el desarrollo de las comunicaciones del norte— continuará vivo en cada rincón donde su trabajo sembró identidad y comunidad.
La región envía sus condolencias a la familia y honra con respeto la vida de José “Pepe” Manríquez, un verdadero pionero de Arica, cuya contribución permanecerá como parte esencial de la historia regional.
