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LÍDERES EN ALERTA: ALTO HOSPICIO SE MOVILIZA FRENTE AL AVANCE DEL MOSQUITO SANITARIO EN INÉDITA ESCUELA DE GESTORES COMUNITARIOS 2025

En medio de la Alerta Sanitaria por la presencia de zancudos de interés sanitario en Tarapacá, dirigentes de Alto Hospicio fueron preparados por la Seremi de Salud para transformarse en la primera línea contra el Aedes aegypti y el Anopheles. La Escuela de Gestores Comunitarios 2025 entregó conocimientos clave, estrategias de intervención y canales de reporte, fortaleciendo la capacidad territorial para enfrentar brotes y reducir riesgos en sectores vulnerables.

Como si se tratara de una ciudad que despertó con la urgencia golpeando la puerta, Alto Hospicio vivió una jornada marcada por el aprendizaje, la prevención y la responsabilidad colectiva. En medio de la Alerta Sanitaria que mantiene a Tarapacá con la vista fija en la amenaza silenciosa de los zancudos de interés sanitario, la Seremi de Salud desplegó una ofensiva distinta: no solo controlar, sino formar a quienes cuidarán a sus comunidades desde adentro.

Así nació —y se ejecutó con éxito— la Escuela de Gestores Comunitarios 2025, una apuesta impulsada por la Unidad de Zoonosis y Control de Vectores, que reunió a dirigentes sociales, representantes territoriales y liderazgos vecinales de Alto Hospicio. Un salón lleno de cuadernos abiertos, miradas atentas y una inquietud común: detener al enemigo que no se ve venir, pero que todos temen.

Un ejército ciudadano contra los vectores invisibles

La jornada arrancó temprano. Los especialistas del área de Zoonosis aterrizaron conceptos, desarmaron mitos y abrieron un mapa completo sobre la situación sanitaria de la región. Porque si algo dejó claro esta escuela, es que hoy la frontera no está en los cerros, sino en los patios, en los baldes, en los floreros y hasta en tapas de botellas donde el agua queda quieta durante días.

Los líderes aprendieron, entre diapositivas y ejemplos cotidianos, a identificar y enfrentar a dos viejos conocidos del continente:

  • El Aedes aegypti, un pequeño agresor asociado al dengue, el zika y la fiebre amarilla.
  • El Anopheles, el transmisor histórico de la malaria.

Ambos, convertidos en protagonistas de la actual Alerta Sanitaria regional, fueron diseccionados en sus comportamientos, ciclos de vida, capacidades de adaptación y formas de proliferación. Los participantes tomaron nota con una urgencia que se sentía en el aire: había mucho que desaprender… y aún más por aprender.

“La comunidad es la primera línea»: el llamado del Seremi

La autoridad sanitaria, David Valle Mancilla, irrumpió en la sala con un mensaje directo y casi militar: en esta batalla, la comunidad no es espectadora, es parte del equipo de reacción inmediata.

“Para enfrentar una alerta sanitaria, la colaboración de la comunidad es clave. Por eso valoramos profundamente la disposición de los líderes y lideresas que hoy se capacitan para convertirse en agentes activos. Su rol será determinante para promover conductas preventivas y evitar la proliferación de zancudos sanitarios en sus propios barrios”.

La frase dio el tono a toda la jornada. Porque aquí no se trata solo de saber, sino de replicar, multiplicar y mover voluntades en territorios donde el riesgo está más cerca de lo pensado.

De la teoría al terreno: cómo evitar que un patio se convierta en un criadero

La Escuela no se limitó a informar: enseñó a mirar. A mirar mejor. A mirar distinto.

Los capacitadores detallaron los factores ambientales que más favorecen la reproducción de mosquitos, desde bandejas con agua olvidadas detrás de una lavadora hasta estanques destapados, llantas abandonadas o bebederos mal mantenidos.
Explicaron cómo cada pequeño foco puede transformarse en un criadero, y cómo la prevención comienza literalmente por casa.

Los participantes aprendieron a:

  • Reconocer los primeros signos de presencia de zancudos.
  • Revisar patios y pasajes para eliminar aguas acumuladas.
  • Implementar prácticas domésticas de protección y saneamiento.
  • Levantar alertas tempranas ante hallazgos sospechosos.

Para muchos, fue la primera vez que entendieron que la lucha contra enfermedades vectoriales se gana en los rincones que casi nunca se observan.

Canales de denuncia, protocolos y vigilancia comunitaria

Hacia el cierre, la capacitación entró en terreno operativo. Los asistentes conocieron los canales formales para reportar presencia de mosquitos, los protocolos de aviso, las rutas de respuesta institucional y las recomendaciones para actuar sin poner en riesgo la salud propia ni la de los vecinos.

La Seremi dejó claro que cada reporte ciudadano es una pieza clave dentro del sistema de vigilancia y que los líderes formados se convertirán en nodos estratégicos en sus sectores.

Un saldo claro: Alto Hospicio ya no es el mismo

Lo que comenzó como una capacitación terminó como una declaración de guerra contra los vectores.
Los líderes comunitarios salieron del lugar con diplomas, sí, pero también con una misión: convertirse en guardianes sanitarios de sus territorios.

Tarapacá sigue en Alerta Sanitaria. Y aunque los mosquitos sigan volando, Alto Hospicio ya no está desarmado. Ahora tiene una red humana preparada para enfrentar, educar y movilizar. Una comunidad más consciente, organizada y lista para actuar.

Y eso —en una región donde el clima y las condiciones urbanas favorecen la proliferación de estos insectos— puede marcar la diferencia entre la contención y la emergencia.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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