Por las mañanas parecen plazas. Por las noches parecen otra cosa. Entre rucos, residuos, pernoctaciones ilegales y un deterioro que avanza sin pedir permiso, Arica se alista para enfrentar uno de sus conflictos urbanos más silenciosos y persistentes: la ocupación de los espacios públicos. Y esta vez, el municipio promete hacerlo con un arma más afilada: una ordenanza reforzada diseñada para recuperar, proteger y blindar parques y bienes de uso público en toda la ciudad.
El amanecer en varios sectores de Arica revela una postal que hace años dejó de ser excepcional: plazas que se transforman en improvisados dormitorios, parques convertidos en bodegas al aire libre, estructuras abandonadas que acumulan peligros y asentamientos precarios que aparecen de un día para otro.
Ese escenario es el que llevó al municipio —y particularmente a la Dirección de Prevención y Seguridad Humana (Dipreseh)— a preparar una de las normativas más ambiciosas de los últimos años.
“Necesitamos una herramienta sólida, que nos permita actuar rápido, actuar bien y actuar dentro de la ley”, resume Marjorie Pino, encargada de Dipreseh, mientras detalla los avances de la nueva ordenanza que busca reforzar la protección de todos los bienes nacionales de uso público administrados por el municipio.
LA ORDENANZA QUE SE ESTÁ FORJANDO: MÁS ESTRICTA, MÁS CLARA, MÁS OPERATIVA
Aunque existe una normativa vigente, el municipio reconoce que se quedó corta frente a la magnitud del problema actual.
Por eso, esta actualización apunta a tres ejes:
1. Recuperación de espacios públicos tomados o deteriorados
Incluye procedimientos municipales más rápidos para intervenir plazas, parques y áreas verdes ocupadas por rucos o asentamientos precarios. El objetivo: restituir su uso comunitario sin vacíos legales ni confusiones sobre competencias.
2. Eliminación de elementos en abandono o estructuras peligrosas
Una de las quejas más repetidas por vecinos son las zonas con objetos abandonados, residuos voluminosos o construcciones improvisadas que generan sensación de inseguridad. La nueva ordenanza permitirá retirarlas con mayor agilidad.
3. Protocolo formal para coordinar acciones con Carabineros y otros servicios
La norma establecerá un circuito de trabajo que, tras su aprobación, será enviado a Carabineros y a instituciones públicas vinculadas. La meta: ordenar la respuesta y evitar que las plazas terminen convertidas en “tierra de nadie”.
PREVENCIÓN DE DELITOS: EL OTRO ROSTRO DE LA RECUPERACIÓN URBANA
La Oficina de Gestión Comunitaria lidera la redacción del texto, que no solo apunta a ordenar el uso de los espacios, sino también a reforzar la prevención del delito.
Actualmente, la ordenanza municipal establece dos reglas básicas:
- No se puede pernoctar en plazas ni parques; queda estrictamente prohibida la instalación de carpas o estructuras similares.
- No está permitido el consumo de alcohol en áreas verdes ni en la vía pública.
Sin embargo, la aplicación de estas reglas requiere un marco más contundente, con protocolos claros y respaldo normativo suficiente para que la intervención municipal no dependa del criterio o interpretación del momento.
La nueva ordenanza busca precisamente cerrar esas brechas.
EL PESO DE UN CONCEPTO CLAVE: BIEN NACIONAL DE USO PÚBLICO
En el corazón del debate hay una expresión jurídica que no siempre los vecinos conocen: bien nacional de uso público.
Se trata de cualquier espacio abierto administrado por el municipio —desde una plaza hasta un bandejón o un parque—, y sobre el cual la autoridad local tiene la obligación de protegerlo, mantenerlo y recuperarlo cuando su uso se ve alterado.
Arica quiere hacer valer esa facultad de manera más explícita.
LO QUE VIENE: UNA NORMA QUE PODRÍA CAMBIAR LA POSTAL DE LA CIUDAD
Una vez finalizado el texto, la ordenanza será presentada para aprobación y posteriormente distribuida a las instituciones involucradas para su aplicación integral.
La expectativa municipal es que esta herramienta permita enfrentar, de manera definitiva, un fenómeno que creció con velocidad durante los últimos años y que hoy afecta la convivencia, la seguridad y la imagen urbana de Arica.
Mientras la ciudad sigue levantándose cada mañana entre rucos, plazas en disputa y vecinos cansados, el municipio intenta recuperar el control de los espacios públicos que alguna vez fueron el corazón vivo de los barrios.
La batalla por Arica ya no se libra solo en las calles, sino también en el papel… y está a punto de quedar escrita en una nueva ordenanza.
