Por primera vez en meses, Octubre dejó de ser un mes gris en las gráficas económicas. Con un avance de 2,2%, el Imacec encendió las alarmas —esta vez, para bien— y reveló que, mientras algunos sectores se ralentizan, otros corren a toda velocidad, impulsando una recuperación que nadie quiere soltar.
Octubre de 2025 amaneció sin promesas: inflación controlada, consumo tibio, crecimiento moderado. Pero los números contaron otra historia.
Según las cifras preliminares, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) avanzó 2,2% interanual, una variación que tomó fuerza a partir de dos protagonistas inesperados: los servicios y el comercio, que se transformaron en el verdadero motor del mes.
La serie desestacionalizada —esa que pule los vaivenes del calendario— también entregó una señal dura y clara: 0,7% de crecimiento respecto de septiembre, acumulando 2,5% en doce meses. Octubre tuvo los mismos días hábiles que el año anterior, así que cada cifra habla por sí misma.
Mientras tanto, el Imacec no minero —un termómetro más fino del movimiento real fuera de la extracción— avanzó 2,6% anual y mostró un 0,6% de crecimiento mensual, consolidando un ánimo de reactivación que parecía dormido.
LOS TRES TERREMOTOS DEL MES ECONÓMICO
A continuación, el radiografía sectorial que explica por qué el país avanzó… aunque no todos lo hicieron al mismo ritmo.
1. Producción de bienes: un gigante que tropieza, pero no cae
La primera sorpresa del mes vino desde la base productiva del país: La producción de bienes retrocedió 0,2% anual, una caída que no se veía venir tan marcada.
¿El responsable?
La minería, que bajó 1,6%, arrastrada por la menor extracción de cobre. A esto se sumó un retroceso en el grupo “resto de bienes”, afectado por una disminución en la generación eléctrica.
Pero no todo fue pérdida.
La industria manufacturera avanzó 1,8%, sostenida por un alza en la elaboración de alimentos, y en términos desestacionalizados el sector completo se recuperó 0,8% mensual, impulsado precisamente por minería e industria.
Un sector rengueando, pero aún de pie.
2. Comercio: la locomotora que reventó el tablero
Aquí está la joya del mes: El comercio creció 8,1% anual, una cifra que no solo sorprende, sino que define buena parte del Imacec.
Cada uno de sus segmentos avanzó con fuerza:
- Mayorista: explosión en ventas de maquinaria, equipos y alimentos.
- Minorista: recuperación marcada en grandes tiendas y locales especializados en vestuario.
- Automotor: repunte en venta de vehículos y servicios de mantención.
Aunque el crecimiento mensual desestacionalizado fue apenas un 0,1%, el músculo anual mostró que los consumidores volvieron a abrir la billetera.
3. Servicios: el corazón que late más fuerte
Este fue otro de los pilares que levantó al Imacec: Los servicios crecieron 2,5% anual, empujados por una demanda creciente en salud y, en menor medida, por el transporte.
Al ajustar las cifras por estacionalidad, el sector volvió a mostrar fuerza: 0,7% mensual, confirmando que la actividad vinculada a personas y atención directa continúa siendo un motor vital de la economía.
UN MES QUE CAMBIA EL GUION ECONÓMICO
Los números esconden una historia más grande: después de un 2025 marcado por cautela, el país muestra un pulso más dinámico. Servicios y comercio cargan con el peso de la recuperación, mientras la minería —históricamente el músculo mayor— queda rezagada.
La mezcla se traduce en un Imacec que sorprende, inquieta y entusiasma:
- Surgen señales de mayor actividad interna.
- La demanda vuelve a aparecer en sectores estratégicos.
- Y el país cierra octubre con un mensaje potente: la economía chilena aún respira… y más fuerte de lo que parecía.
RECUADRO: ¿QUÉ ES EL IMACEC Y POR QUÉ IMPORTA?
El Imacec es la brújula mensual que mide el movimiento de la economía chilena. Resume la actividad de sectores tan diversos como minería, comercio, industria, servicios y producción de bienes. Su variación interanual es una primera aproximación a cómo se está moviendo el Producto Interno Bruto (PIB).
Para su cálculo se usa el sistema estadístico X-13 ARIMA-SEATS, que elimina variaciones estacionales (como feriados o cambios de calendario).
Además, el Imacec no minero permite aislar la influencia del cobre y observar el verdadero pulso productivo del país.
Es una cifra pequeña, pero su impacto es gigantesco: mercados, empresas, inversionistas y gobiernos lo observan como si fuera un sismógrafo financiero.
