
Penosos hechos se vivieron este domingo por la tarde en el duelo que disputaban el local, Everton, y la visita, Universidad Católica, en el Estadio Sausalito de Viña del Mar.
El encuentro transcurría de forma tranquila, sin alteraciones anteriores y cuando la UC ganaba cómodamente al cuadro “ruletero” por 3 goles a 0, con goles de Fernando Zampedri en los 26’, 39’ (P) y 54’ del partido.
Sin embargo, cuando se jugaban los descuentos del compromiso, un choque entre el portero viñamarino Ignacio González y el atacante Fernando Zampedri, dejó a ambos jugadores tendidos en el césped y el árbitro detuvo las acciones.
Esto fue aprovechado por un grupo de barristas de Everton de Viña del Mar invadieran la cancha para encarar a los jugadores locales por los malos resultados.
El caos llegó a su punto más alto cuando otro grupo de barristas irrumpieran desde la Galería Cerro donde se ubica la parcialidad “ruletera”, para agredir a golpes con los guardias de seguridad y se enfrentaran a Carabineros, que tuvo que hacer ingreso al recito deportivo para controlar la situación.
Tras estos incidentes y cuando los exaltados fueron controlados por los funcionarios policiales, el árbitro del encuentro, Manuel Vergara, anunció por los altavoces del estadio que el partido se suspendía.
«Se suspende la reanudación del juego. Nos vamos a camarines» dijo el juez del partido.
Los barristas, junto con reclamar al plantel de jugadores por la mala campaña que está haciendo el equipo en el actual torneo y sumado al alto precio de las entradas para el duelo ante la UC, también expresaron su disconformidad con algunas decisiones de la dirigencia de Everton.