
Con las primeras cesáreas programadas realizadas en sus propios pabellones, el Hospital de Alto Hospicio inicia una nueva etapa en su consolidación médica. El avance, seguro y progresivo, no implica aún la apertura de una maternidad ni la atención de partos espontáneos, pero sí representa un salto técnico y humano: por primera vez, madres hospicianas pudieron vivir su proceso completo sin bajar a Iquique. Autoridades regionales destacaron el logro como un paso histórico en la red pública de salud del norte grande.
EL DÍA EN QUE ALTO HOSPICIO ESCUCHÓ SU PRIMER LLANTO
El amanecer del desierto fue distinto ese día. No solo por la bruma que se colaba entre los cerros ni por el viento tibio que bajaba desde las alturas: en los pabellones del Hospital de Alto Hospicio, un nuevo sonido se mezcló con el rumor del altiplano —el llanto de un recién nacido—. Era el primer bebé que veía la luz gracias a una cesárea programada realizada íntegramente en el recinto, un hecho que marca el comienzo de una nueva historia para la salud pública de la comuna.
Hasta hace poco, las embarazadas debían descender a Iquique para culminar sus partos. Hoy, el hospital local logró dar un paso técnico y humano enorme: realizar con éxito cesáreas planificadas, bajo estrictos protocolos de seguridad y con un equipo médico formado en la propia ciudad.
UNA CIRUGÍA QUE ABRE CAMINOS
La noticia, lejos de ser solo médica, tiene una carga simbólica profunda.
El director del hospital, Boris Ahlborn Carvajal, lo explicó con la serenidad de quien sabe que cada avance cuesta:
“Este es un proceso que damos paso a paso, cuidando siempre la seguridad de las madres y recién nacidos. No significa abrir una maternidad, sino avanzar en una línea segura y planificada hacia ello”.
Las cesáreas programadas, realizadas por el equipo gineco-obstétrico del Centro de Responsabilidad de Salud Sexual y Reproductiva, son el resultado de un plan de crecimiento quirúrgico progresivo que busca consolidar al hospital como un centro de referencia regional.
Por ahora, las urgencias obstétricas seguirán siendo derivadas al Hospital de Iquique, que mantiene atención 24/7 en partos de riesgo. Pero lo ocurrido en Alto Hospicio abre una puerta: la posibilidad de que, en el futuro, las mujeres de la comuna no deban viajar kilómetros para dar a luz.
LOS PRIMEROS NACIMIENTOS: EMOCIÓN Y FUTURO
Las primeras madres atendidas en el proceso fueron visitadas por una comitiva de autoridades encabezadas por el Delegado Presidencial Pedro Medalla Salinas, el Seremi de Salud David Valle Mancilla, la Directora del Servicio de Salud Tarapacá, María Paz Iturriaga Lisbona, y el alcalde Patricio Ferreira Rivera.
La escena, cargada de emoción, incluyó la entrega de ajuares del programa Chile Crece Contigo. En los pasillos del hospital, la alegría se mezclaba con el olor a desinfectante y las miradas incrédulas de los funcionarios que por fin veían materializado un anhelo.

El delegado presidencial lo resumió así:
“Es un paso gigante. Este hospital está creciendo y ya podemos decir que funciona casi al 100%. Ver nacer aquí a los hijos de nuestros vecinos es motivo de orgullo y esperanza”.
El alcalde Ferreira, visiblemente emocionado, agregó:
“Esto es maravilloso. Nuestros primeros bebés hospicianos nacen aquí, en su tierra. Es un logro colectivo, fruto del trabajo del Ministerio de Salud y de la comunidad. Es un sueño cumplido”.
EL CORAZÓN DE UN EQUIPO QUE CREE EN SU GENTE
Detrás de cada nacimiento hay un equipo silencioso que late al mismo ritmo. Matronas, anestesistas, enfermeras y técnicos han convertido los pabellones en un lugar donde la ciencia y la ternura conviven.
El Seremi de Salud, David Valle, destacó esa entrega:
“Nos vamos emocionados. Vimos familias agradecidas y equipos comprometidos. Aquí no solo se atienden pacientes, se acompaña a las familias en el momento más importante de sus vidas”.
Mientras que la directora del Servicio de Salud, María Paz Iturriaga, subrayó el carácter histórico del hito:
“Por primera vez se realizan cesáreas programadas en Alto Hospicio. Es un paso más hacia la autonomía del hospital. Queremos que las mujeres culminen su proceso aquí, con su equipo y en su comunidad”.
UN HOSPITAL QUE CRECE ENTRE CERROS
El Hospital de Alto Hospicio, inaugurado en 2023, ha ido creciendo como quien aprende a caminar con paso firme. En poco más de un año ha sumado hospitalización, procedimientos quirúrgicos y atención de urgencias, consolidándose como un pilar sanitario para más de 120 mil habitantes.
El avance de las cesáreas programadas no solo es un logro técnico: es también un símbolo.
Un símbolo de descentralización, de equidad y de esperanza. De que el norte también puede nacer, crecer y sanar con dignidad.
Afuera, el sol cae sobre los techos metálicos del hospital. En las salas, una madre sostiene por primera vez a su hijo. El llanto se apaga entre brazos, y en ese silencio se escribe una nueva historia:
la historia de un hospital que aprendió a dar vida en las alturas del desierto.