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TERROR EN CALAMA: PEDIATRA ES BRUTALMENTE ATACADA EN SU HOGAR Y EL COLEGIO MÉDICO CLAMA POR JUSTICIA

La tranquilidad del norte se quebró con un caso que estremece a la comunidad médica. Una reconocida pediatra de 38 años, de nacionalidad venezolana, lucha por su vida tras ser víctima de un violento ataque en su domicilio. Las autoridades investigan el hecho como un presunto femicidio frustrado, mientras el Colegio Médico exige justicia y condena “una de las expresiones más graves de violencia”.

El silencio que reinaba en una vivienda del sector oriente de Calama fue interrumpido por la peor de las sospechas. Eran las horas finales del 23 de septiembre cuando funcionarios del Hospital Dr. Carlos Cisternas comenzaron a inquietarse. La doctora —una pediatra reconocida por su calidez y compromiso con los niños de la comuna— había faltado a dos turnos consecutivos sin aviso. No respondía llamadas, ni mensajes. Algo, sabían, no estaba bien.

Cuando las autoridades llegaron a su domicilio, la escena era sobrecogedora: la médico fue encontrada sola, con múltiples heridas y signos de haber sido víctima de un violento ataque. Su cuerpo malherido fue trasladado de urgencia al mismo hospital donde tantas veces salvó vidas infantiles. Ahora, eran sus propios compañeros quienes luchaban por mantener la suya.

Una doctora entre la vida y la muerte

En estado grave permanece internada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UTI) del Hospital de Calama. Su pronóstico sigue siendo reservado, pero su caso ya conmueve no solo a la comunidad médica, sino a toda la región de Antofagasta.

Las primeras diligencias apuntan a un presunto femicidio frustrado, aunque los detalles del ataque aún se mantienen bajo estricta reserva judicial. La investigación, encabezada por la Fiscalía Local de Calama y Carabineros, intenta reconstruir las últimas horas de la profesional antes del brutal suceso.

En paralelo, el Colegio Médico de Chile (Colmed) reaccionó con dureza, emitiendo un comunicado que no dejó espacio a la ambigüedad:

“Los hechos constituyen una de las expresiones más graves de violencia, inaceptable en cualquier circunstancia”, declaró el gremio, que pidió el máximo rigor judicial.

“Pedimos justicia”

El comunicado del Colmed no solo expresa indignación, sino también un profundo dolor por una colega admirada y querida.

“Lamentamos profundamente la grave situación de salud en la que se encuentra nuestra colega, a quien entregamos toda nuestra solidaridad y respeto, extendiendo además nuestro acompañamiento a su familia”, señala el texto.

El gremio también reconoció el impacto emocional que el hecho ha generado entre los funcionarios del Hospital Carlos Cisternas, donde la doctora era considerada un pilar fundamental del equipo pediátrico:

“Sabemos que este repudiable acto ha generado un profundo impacto en la comunidad médica local, por lo que estamos evaluando formas de apoyar a quienes hoy viven este doloroso momento.”

Finalmente, el Colegio Médico fue enfático:

“Reiteramos con fuerza que ninguna forma de violencia puede ser aceptada en nuestra sociedad, especialmente la violencia contra las mujeres. Pedimos que se esclarezcan los hechos, se determine a los responsables y se haga justicia con la máxima celeridad.”

Una vida dedicada a cuidar vidas

La víctima, cuyo nombre ha sido resguardado por decisión judicial, llegó desde Venezuela hace varios años buscando un nuevo comienzo en Chile. Su vocación por la pediatría la llevó a ganarse el cariño de los más pequeños y el respeto de sus colegas.
“Era una doctora que vivía para sus pacientes”, comentó un funcionario del hospital bajo reserva. “Siempre sonreía, siempre estaba dispuesta a ayudar. Lo que le pasó nos destruyó a todos”.

El caso ha encendido las alarmas sobre la violencia de género en el norte grande, una problemática que sigue golpeando a mujeres de distintos ámbitos, incluso a quienes dedican su vida a sanar y proteger.

Investigación en curso y conmoción nacional

La Brigada de Homicidios de la PDI trabaja en esclarecer las circunstancias del ataque, mientras la comunidad local ha iniciado vigilias silenciosas en las afueras del hospital, con velas, mensajes de apoyo y pancartas que rezan: “Fuerza, doctora” y “No más violencia contra las mujeres”.

El caso ha escalado rápidamente a nivel nacional, generando un debate sobre la vulnerabilidad de las mujeres profesionales y la urgencia de fortalecer las medidas de protección frente a la violencia intrafamiliar y de género.

En Calama, una ciudad que vive entre el desierto y la dureza del cobre, hoy el aire se siente distinto: más pesado, más triste, más urgente.

Un llamado a no callar

Mientras la doctora continúa su batalla por sobrevivir, la sociedad observa con indignación y esperanza.
El gremio médico, sus pacientes y sus amigos se aferran a la fe de verla regresar al hospital, no como víctima, sino como la mujer fuerte y comprometida que siempre fue.

Porque detrás del uniforme blanco y del estetoscopio, hay una mujer que amó su profesión, que curó heridas ajenas y que hoy necesita que el país entero levante la voz por ella.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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