
La celebración que estuvo presidida por monseñor Pedro Ossandón, obispo Castrense, fue acompañado por el obispo de Iquique y pequeñas delegaciones de cada una de las instituciones, quienes oraron a los pies de la Virgen como generala de las Fuerzas Armadas y de Orden, por el servicio que prestan al país, instancia en la que destacaron su apoyo
A pocos días de conocerse algunos casos de tráfico de drogas en distintas unidades de las Fuerzas Armadas, monseñor Pedro Ossandón, obispo Castrense presidió en el Santuario de La Tirana la misa por las Fuerzas Armadas, Orden y Gendarmería como parte de las celebraciones de la Fiesta de la Virgen del Carmen, momento en el que resaltó la ayuda que realizan a la comunidad y que sus integrantes son buenas personas.
En su homilía, monseñor Pedro Ossandón, obispo Castrense, agradeció la oportunidad que monseñor Isauro Covili le da a las Fuerzas Armadas por recibir a todas las instituciones, para luego dirigir unas palabras a la Virgen del Carmen, enfatizando el mensaje de María, invitando a los presentes para materializar su mensaje en “hacer lo que Jesús les diga”.



Junto con ello, monseñor Ossandón destacó la labor que realizan los efectivos militares, “somos buenas personas que en sus corazones viven en paz para cultivar todo lo que la patria exige y por eso le damos las gracias porque hay hombres y mujeres dispuestos a dar la vida por la patria”.
El obispo Castrense, hablo de la importancia de la Virgen del Carmen en la presencia de cada una de las instituciones, “ellos son tus buenos pastores, representan con alegría a todas las personas que realizan un servicio a los más necesitados, nuestras familias”.
Así también destacó que María del Carmen es “nuestra general en servicio activo, que nos invita a ser un solo cuerpo como Cristo nuestro Señor, como generalísimos tú eres la madre del buen consejo, tú nos renuevas en la vocación para no ser servidos, sino que para ser como tus hijos como humildes servidores”.
El obispo Castrense, se refirió a la importancia que tiene para casa institución rendir honores a la Virgen, “esa es la cohesión de grupo. Nuestra mayor fortaleza militar policial es la unidad del grupo. Lo más importante para alabar a dios y Jesucristo es servir al prójimo, tener camaradería y la mayor fortaleza es la unidad fraternal. Todos los días aprendemos a respetarnos en el amor a Jesús”.
Durante la misa, las organizaciones de fuerza, orden y gendarmería entregaron símbolos representativos de cada uno y al finalizar la celebración encendieron unas velas que depositaron a los pies de la Chinita para dar paso a la bendición y oración en la cripta del Santuario.

