La comunidad de Iquique se encuentra preocupada por el estado de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la plaza Arica. El templo, que tiene un alto valor histórico y espiritual para los habitantes de la zona, ha recibido múltiples visitas de autoridades locales y regionales que han prometido su restauración. Sin embargo, a pesar de los compromisos, no se han materializado avances concretos, y el deterioro de la estructura sigue siendo evidente. Esto ha generado inquietud, especialmente después del incendio que destruyó la iglesia San Antonio de Padua, ya que temen que un siniestro similar pueda ocurrir en la histórica iglesia de plaza Arica.
La restauración de la iglesia Nuestra Señora del Carmen es vista por la comunidad no solo como una necesidad patrimonial, sino también como un acto de respeto hacia la historia y las tradiciones religiosas de la región. El templo ha sido un punto de encuentro para distintas celebraciones religiosas y, con su deterioro, los fieles sienten que su herencia cultural está en riesgo. Las autoridades habían asegurado que se trabajaría en un proyecto de recuperación, pero la falta de avances ha generado descontento entre quienes han esperado por años que esta obra se concrete. La denuncia fue levantada por la consejera regional, Claudia Hernández.
Paralelamente, la Sociedad Religiosa Chunchos del Carmelo, con más de 100 años de presencia en Tarapacá, ha enfrentado dificultades para obtener una sede en la misma plaza Arica. La promesa de un espacio para la sociedad fue hecha hace más de cuatro años por el gobierno regional, pero la comunidad aún no ha recibido una respuesta definitiva. A pesar de su disposición a compartir el eventual espacio con otras agrupaciones, la sociedad religiosa continúa sin contar con un lugar propio para sus actividades.
La ausencia de un espacio para la Sociedad Chunchos del Carmelo ha limitado la posibilidad de realizar reuniones y eventos que son parte fundamental de su tradición. En una carta enviada recientemente a las autoridades, la sociedad expresa la importancia de contar con un lugar adecuado, especialmente considerando la rica tradición cultural y religiosa que caracteriza a Tarapacá. En la misiva, destacan la disposición de sus miembros para colaborar con otras agrupaciones, pero insisten en la urgencia de que las promesas se transformen en hechos.
La falta de avances tanto en la restauración de la iglesia como en la entrega de una sede para la Sociedad Chunchos del Carmelo refleja un sentir de frustración en la comunidad religiosa de plaza Arica. La espera prolongada y la percepción de promesas incumplidas han generado un ambiente de descontento entre los vecinos, quienes piden que las autoridades tomen medidas para preservar su patrimonio y apoyar sus expresiones de fe.
La consejera regional, Claudia Hernández ha sido una de las voces que ha expresado su preocupación frente a estas situaciones. Hernández criticó la falta de avances en la restauración y la entrega de la sede, señalando que «todas las promesas fueron palabras al viento, mal utilizadas para jugar con la fe de las personas». La consejera recordó la importancia de la iglesia para la comunidad, advirtiendo que «no vaya a pasar lo mismo que con nuestra iglesia San Antonio de Padua y luego tengamos que llorar sobre escombros».
Hernández también instó a que se dé prioridad a estos temas en las próximas decisiones del gobierno regional, destacando la importancia de apoyar a la sociedad religiosa y de concretar las promesas hechas a la comunidad. «No tenemos ninguna obra de alto impacto en la región», concluyó la consejera, enfatizando la necesidad de acciones concretas para resolver las demandas de la comunidad de plaza Arica.
La comunidad espera que estas demandas sean atendidas con la urgencia que merecen y que tanto la iglesia como la sede para la sociedad religiosa puedan ser recuperadas y habilitadas. Para los habitantes de Iquique, estas iniciativas son un reflejo de su identidad y cultura, elementos que consideran vitales para el desarrollo y la cohesión social de la región.
