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UNA MIRADA AL DURO TRABAJO DEL PESCADOR EN PANDEMIA Y EL POPULAR “MONO” QUE SE TOMA LAS REDES ANTE LA ESCASEZ DE OTRAS ESPECIES

Recorrer las caletas de la Región de Tarapacá es sin duda adentrarse en el trabajo y vida de cientos de pescadores que día a día luchan por obtener el sustento familiar que se ha visto complicada con la pandemia.  

Vilas Radio 100.1 FM recorrió la Caleta Riquelme y logró obtener el testimonio de un pescador que por años ha visto un cambio en el oficio de mar.

Juan Fishella, pescador con más de 40 años tirando redes desde su embarcación, analizó la situación que vive la pesca artesanal, que con el pasar de los años se vuelve más sacrificada dada la escasez de especies producto del cambio de las temperaturas del agua y la pesca de las grandes embarcaciones.

“Con la Pandemia no hubo muchas ventas, los pescados que antes se vendía a 8 mil el par, tuvo que bajar a dos mil ya que la gente no tenía dinero. Tampoco hemos recibido mucha cooperación o ayuda y uno se salva con el día a día. Los comerciantes compran poco, los botes llegan con la pesca, pero a veces pasan dos a tres días sin poder vender todo el producto. Hoy en particular estamos sobreviviendo con el popular “Mono”. Por la orilla a veces se puede obtener un poco de cabrilla, pintacha, de vez en cuando una cojinoba guacha. Esta lento por la orilla donde precisamente pescamos nosotros, ya que el agua está más helada y el pescado no entra. Además, el destronque de huiro contribuye a la escasez de especies de orilla y por consiguiente emigran de lugar”, explicó el pescador.

El trabajador agregó que “la mayoría de los colegas están saliendo a sectores como Punta de Lobos, San Marcos para “El Mono”, y los botes más chicos están trabajando frente del puerto, pero día a día le ponemos el hombro a este complicado trabajo”, subrayó Fischella.

Sartas de “Monos”,  “Monitos” o “Bonito” que bordean los 3 mil pesos se comercializan en el sector costero, mientras de vez en cuando aparecen rollizos, lenguados, cabrilla y una que otra especie de orilla, pero ciertamente el Mono por estos días es el rey de las familias iquiqueñas, dado  que sirve para el clásico ceviche “iquiqueño”,  aunque aquellos quienes conocen su sabor lo consideran  un «manjar» por su carne sutil y sabrosa, al ser un pescado de carne  azul con una excelente  fuente de proteínas, vitaminas, minerales y un alto  contenido en omega 3

MARISCOS

No sólo de peces viven los hombres de mar, ciertamente los mariscos son parte importante para los ingresos de cada uno y sus familias.

Al recorrer los puestos de venta de pescados y mariscos en la caleta, pudimos constatar que las cantidades de mariscos que se veían en años anteriores como oferta al público hoy escasean, situación que pasa también por el freno para conservar las especies que han puesto los organismos gubernamentales.

Vilas Radio 100.1 FM trató de ponerse en contacto con la dirección de SERNAPESCA en Tarapacá, pero tras varios llamados no fue posible obtener una respuesta.

De hecho la información la obtuvimos de los documentos  que se publican cada cierto tiempo en el portal de la institución, la que indica que algunos de los productos que en los últimos meses se han mantenido con ciertas restricciones o vedas son  el pulpo, especie que durante el año presenta dos periodos de veda, la cual se arrastra desde el 2021 iniciando dos periodos: desde el 1 de junio hasta el 31 de julio y el 1 de noviembre al 28 de febrero de 2022, lo anterior bajo decreto supremo 137 del año 1985, el que indica además que la especie debe tener un peso mínimo de 1 kilogramo para su extracción.

Igualmente, uno de los manjares que sin lugar a duda apasiona a los comensales es el loco, que se puede consumir o comercializar siempre que presente una talla mínima de 9 centímetros y provenga de un área de manejo, esto debido a que la veda está vigente desde el 1 de enero de 2018 y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2022. 

La Jaiba también presenta una prohibición, ya que debe tener una talla mínima de 12 centímetros para ser comercializada y además las hembras que estén en periodo de gestación no pueden ser extraídas durante todo el año.

Y finalmente el erizo, plato preferido por muchas familias iquiqueñas comenzó su veda anual el pasado 15 de octubre y se extendió hasta el martes reciente (15 de febrero).

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