El triple homicidio ocurrido en la comuna de La Reina sigue entregando nuevos antecedentes que apuntan a un entramado familiar marcado por conflictos económicos, traiciones y una millonaria sociedad inmobiliaria.
Este martes, Jorge Ugalde Parraguez fue formalizado por su presunta responsabilidad en el asesinato de su cuñado, Eduardo Cruz-Coke Japke, y de los dos hijos adolescentes de este, ambos de 17 años. La audiencia se desarrolló en el Centro de Justicia de Santiago, donde la Fiscalía Metropolitana Oriente presentó los primeros resultados de la investigación que lo sindican como autor del triple homicidio calificado.
Sin embargo, Ugalde no sería el único involucrado. La fiscalía confirmó que su esposa, Trinidad Cruz-Coke, hermana del fallecido, también se encuentra en calidad de imputada, al igual que una amiga cercana del matrimonio, quien habría tenido algún grado de participación o conocimiento de los hechos.
UNA SOCIEDAD MILLONARIA EN EL CENTRO DEL CONFLICTO
De acuerdo con los antecedentes del caso, el crimen estaría motivado por un profundo conflicto económico familiar derivado de la sociedad “Inmobiliaria e Inversiones Cruz-Coke Japke Limitada”, creada en 2014 por los padres de Eduardo y Trinidad. La empresa posee propiedades avaluadas en cerca de mil millones de pesos, incluyendo el terreno donde se registraron los asesinatos, en el sector de La Cañada, en La Reina.
Tras el fallecimiento de los padres —en 2017 y 2022— se inició un proceso de posesión efectiva que generó tensiones entre los hermanos, especialmente por la negativa de Eduardo a vender la propiedad familiar donde vivía junto a su hermana y su cuñado. Estas diferencias habrían escalado con el tiempo hasta derivar en una ruptura total y, finalmente, en el crimen.
PRUEBAS, HIPÓTESIS Y ANTECEDENTES CLAVES DE LA INVESTIGACIÓN
El prefecto inspector Jorge Abate, jefe nacional de Delitos contra las Personas de la PDI, confirmó que la participación de Ugalde se acreditó mediante evidencias genéticas, registros telefónicos y cámaras de seguridad. En una de ellas se observa al imputado arrojando una bolsa al canal San Carlos, presuntamente con objetos vinculados al delito.
El fiscal de Flagrancia Oriente, Francisco Lanas, señaló que el detenido entregó versiones contradictorias durante su declaración y que las autopsias preliminares indican asfixia como causa de muerte de los adolescentes, sin signos de violencia física. Esto refuerza la hipótesis de que las víctimas podrían haber sido sometidas a una sustancia tóxica o somnífera antes de morir.
Además, la investigación considera un intento previo de envenenamiento contra las mismas víctimas, ocurrido meses antes y nunca denunciado, lo que agrega un nuevo elemento de premeditación al caso.
La audiencia de formalización permitirá determinar el grado de responsabilidad de cada imputado y el alcance de la disputa económica que habría originado el crimen.
De confirmarse las hipótesis del Ministerio Público, este caso podría convertirse en uno de los crímenes familiares más impactantes de los últimos años en Chile, donde la codicia y los conflictos por una herencia millonaria terminaron en una tragedia que ha estremecido al país.
