TRES DATOS INTERESANTES SOBRE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Hoy 8 de diciembre la Iglesia celebra la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, doctrina de origen apostólico que fue proclamada dogma por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 con la bula Ineffabilis Deus.
A continuación, Vilas Radio 100.1FM te presenta tres datos para entender mejor este dogma:
1. ¿A quién se refiere la Inmaculada Concepción?
La Inmaculada Concepción hace referencia a la manera especial en que fue concebida María. Esta concepción no fue virginal ya que ella tuvo un padre y una madre humanos, pero fue especial y única de otra manera.
2. ¿Qué es la Inmaculada Concepción?
El Catecismo de la Iglesia Católica describe que:
“Para ser la Madre del Salvador, María fue ‘dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante’. El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como ‘llena de gracia’. En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios” (490).
“A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María ‘llena de gracia’ por Dios (Lc. 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción, proclamado en 1854 por el Papa Pío IX:
‘… la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano’” (491).
3. ¿Esto significa que María nunca pecó?
Sí. Debido a la forma de redención que se aplicó a María en el momento de su concepción, ella no solo fue protegida del pecado original, sino también del pecado personal.
El catecismo lo explica en el número 493 que los padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios «la Toda Santa» (Panaghia), la celebran «como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo». Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida.