
El sol del valle de Azapa apenas comenzaba a descender cuando una patrulla de Carabineros del Retén San Miguel detuvo la marcha de una camioneta blanca que avanzaba lentamente por el camino rural. Lo que parecía un control de rutina terminó revelando un hallazgo inquietante: dos ciudadanos extranjeros portaban un arma de fuego presuntamente modificada, municiones y un envoltorio con droga.
Un control que cambió el curso de la tarde
Eran cerca de las 14:00 horas, y el calor envolvía los campos de olivos y mangos del fértil valle ariqueño. Los uniformados, en un operativo de fiscalización habitual, ordenaron detener una camioneta Hyundai Porter, que avanzaba con actitud sospechosa por la zona agrícola.
Al revisar el vehículo, los funcionarios notaron el nerviosismo de los ocupantes. Fue entonces cuando uno de los carabineros divisó, entre los asientos delanteros, el brillo metálico de un arma. La inspección posterior confirmó las sospechas: se trataba de un revólver a fogueo de color gris, aparentemente modificado para disparar, sin marca ni modelo visibles, y cargado con seis municiones calibre .32.
Un hallazgo que encendió las alarmas
La escena se tornó tensa. Los dos hombres fueron reducidos de inmediato y el arma asegurada conforme al protocolo. Pero el hallazgo no terminó ahí: dentro de la cabina del vehículo también se encontró un envoltorio plástico con una sustancia verde, presumiblemente marihuana, según los primeros peritajes.
Ambos ocupantes —adultos de nacionalidad venezolana, según confirmó Carabineros— se encontraban en situación migratoria irregular en el país. Su detención marcó el inicio de una investigación que busca esclarecer de dónde provenía el arma y cuál era su destino.
La investigación: peritajes y cargos
El Fiscal de turno dispuso la incautación inmediata del revólver, las municiones y la sustancia vegetal, instruyendo que el Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar) realizara un preinforme pericial para determinar la aptitud de disparo del arma.
Los detenidos fueron trasladados a la unidad policial y puestos a disposición del tribunal para su control de detención, enfrentando cargos por infracción a la Ley N° 17.798 (Control de Armas) y la Ley N° 20.000 (Drogas).
De confirmarse que el arma fue alterada para su uso real, podrían enfrentar penas agravadas por porte ilegal de armamento modificado, además de los delitos vinculados a sustancias ilícitas.
Azapa: el valle tranquilo que hoy mira con preocupación
El sector rural de Azapa, conocido por su calma y su vocación agrícola, se ha visto en los últimos meses envuelto en una seguidilla de hechos policiales vinculados a delitos de tránsito, tráfico y migración irregular.
Vecinos del sector aseguran que la presencia policial ha aumentado, pero que hechos como este “rompen la tranquilidad del valle”.
“Antes veíamos solo agricultores y trabajadores. Ahora uno ya no sabe quién pasa por aquí”, comentó un residente del sector de San Miguel.
Carabineros refuerza los patrullajes
Tras la detención, Carabineros informó que se intensificarán los patrullajes preventivos en las rutas rurales de Azapa y sus alrededores, con el objetivo de detectar armas ilegales y prevenir el traslado de drogas.
“Estos procedimientos reflejan el compromiso permanente de Carabineros con la seguridad de la comunidad. Ningún sector está fuera de nuestro control”, indicó un oficial del Retén San Miguel.
Una tarde, una patrulla, una señal de alerta
El control que parecía rutinario terminó por revelar una amenaza silenciosa. Dos hombres, una camioneta, un arma sin marca y una sustancia ilícita bastaron para encender las alarmas en el valle.
Mientras los peritajes avanzan, las autoridades insisten: la seguridad rural sigue siendo una prioridad, y cada hallazgo como este es una advertencia de que el delito se mueve incluso donde la tranquilidad parece intocable.