El Sindicato N°1 de Asistentes de la Educación del Servicio Local de Educación Pública de Iquique (SLEP) ha decidido deponer su paro de actividades que iniciaron hoy, tras una extensa reunión con los directivos del SLEP. La decisión se toma en medio de un contexto de tensiones y demandas laborales, en el que los asistentes habían denunciado la “nula respuesta” de su empleador ante sus solicitudes de respeto a derechos ganados y adquiridos.
En su comunicado, el sindicato destacó que el principal motivo de la paralización fue la invisibilización del Día Nacional de las y los Asistentes de la Educación, además de otros derechos pactados que, según ellos, han sido ignorados. La presidenta del sindicato, Isabel Rojas, afirmó: “Costó harto que pudiésemos llegar a un acuerdo ya en cuanto a lo que era el día del asistente de la educación, a que se pudiera respetar nuestro día como asistente independiente del día del profesor”.
Rojas continuó explicando que se alcanzó un acuerdo favorable, mencionando que “todo lo que son el pago de Aguinaldo de fiestas de fin de año, que es de Navidad, ahí vamos a trabajar en conjunto”. Además, sobre los derechos adquiridos en el instrumento colectivo, la presidenta del sindicato señaló que “ellos están esperando la respuesta de Contraloría” y que también ingresarían algunas denuncias para presionar a la entidad sobre sus situaciones.
Otro de los puntos tratados fue la capacitación bajo la ley Karín. “Van a empezar, lo va a hacer una persona externa a cada establecimiento, alguien que sea experto en el tema”, aseguró Rojas. En relación a las denuncias de maltrato en los establecimientos educacionales, enfatizó que se llevarían a cabo investigaciones sobre los nombres implicados, indicando que “se va a hacer las denuncias correspondientes”.
Finalmente, la presidenta del sindicato concluyó con un mensaje de optimismo: “Informar que se depone el paro hoy, termina, por lo que mañana nosotros felices volvemos a nuestros colegios a trabajar”. Este acuerdo representa un paso significativo para los asistentes de la educación, quienes, respaldados por el apoyo de gremios como el colegio de profesores y la ANEF, sienten que sus voces han sido finalmente escuchadas.