Una mala noticia recibieron los amantes del tenis munidal, y es que el primer Gran Slam del año dejó una lastimosa sorpresa en la jornada en Melbourne. Rafael Nadal, número dos del mundo, volvió a presentar problemas físicos, los cuales le significaron quedar eliminado en la segunda ronda del Abierto de Australia pese a ser uno de los grandes favoritos para hacerse con el torneo.
El español se presentó a jugar, pero no se veía cómodo, algo andaba mal. Desde el primer set no encontró su juego y se mostró muy adolorido frente al norteamericano Mackenzie McDonald, 65 del ranking ATP, perdiendo el primer juego.
Sin embargo, en plena disputa del segundo parcial Nadal debió pedir asistencia médica por molestias en la cadera de su pierna izquierda, lo cual explicaba la falencia física que se veía en la cancha por parte del legendario tenista.
Pese ello, el raquetista hispano continuó el partido en el cemento oceánico, aunque fue incapaz de dar batalla a la frescura del norteamericano, quien terminó imponiéndose en tres sets por 6/4, 6/4 y 7/5 en 2 horas y 26 minutos de partido.
Tras el encuentro, el ex número uno del mundo expresó con gran desazón que “son ya muchas lesiones y el vaso se va llenando, estoy cansado. Duele como siempre, pero me dolió más en las semis de Wimbledon, ahí estaba preparado para ganar el torneo. La realidad es que en los últimos tres Grand Slams he sufrido lesiones”.
Al no defender el título del Abierto de Australia que logró en 2022, el tenista de 36 años caerá al puesto 6 del ranking ATP. Pese a sus dolencias, reusó a retirarse por ser el vigente monarca del torneo y se mostró confiado en recuperarse.
“He pasado por esto demasiadas veces en mi carrera, y estoy listo para hacerlo de nuevo aunque no es nada fácil. No voy a renunciar a nada”, explicó, pese a que su despedida de la Rod Laver Arena tuvo un serio sabor a despedida definitiva del torneo oceánico.
