
Esta mañana en el matinal Todos Juntos de Vilas Radio conversamos con el concejal de la Municipalidad de Iquique, Rodrigo Oliva, quien defendió, durante la sesión extraordinaria de ayer, la restricción de funcionamiento para los locales de la Península de Cavancha.
«Fue una decisión difícil, no es fácil en general tomar decisiones que afecten de alguna u otra manera distintos intereses que están encontrados», comentó.
Además señaló que existe un conflicto permanente en el sector entre los vecinos, vecinas y los locatarios de los distintos recintos gastronómicos. «No se ha podido llegar a un punto de equilibrio», indicó.
La situación, que de acuerdo con lo expuesto por el edil, se ha extendido por más de 10 años, provocó un proceso que se extendió hasta ahora. «Tuvo que concluir con el nuevo concejo municipal que recientemente se instaló y se determina que, en una nueva propuesta, la administración (del alcalde Soria Macchiavello) plantea la necesidad de ampliar una hora más durante el periodo estival. Eso es lo que se votó ayer, es ampliar una hora los horarios de funcionamiento de los locales de la península», dijo Oliva.
Cabe destacar que, anterior a esta votación y aprobación, los locales gastronómicos funcionaban vendiendo alcohol hasta las 12 de la noche, sin embargo, la apertura se extendía por más horas.
Ahora, los locales deben cerrar sus puertas a las 01:00 horas de la madrugada.
«Esto con la idea de ir generando esta regulación en distintos sectores de la ciudad en donde se estén desarrollando actividades comerciales en lugares residenciales o sectores que tengan una alta densidad poblacional», explicó.
OTROS SECTORES
Más allá del marco general que regula la ley de alcoholes, con venta solo hasta las 04:00 horas de la mañana, el concejal Oliva considera que es necesario comenzar a normar otros lugares de la ciudad.
«Acá tenemos un problema que es de fondo y tiene que ver con que en la ciudad no se están entregando patentes que no sean más de clase C, que significa que son restaurantes. Lo que ha sucedido, y puede responder o no a una cuestión de necesidad, es que cada vez más los locales que nos piden patentes de restaurantes se transforman en pub y las exigencias son distintas», indicó.
El edil señala que, el último tipo de recintos, tienen conflictos con los ruidos molestos y distintas situaciones de convivencia entre vecinos y locatarios.
Además, confirmó que en otros sectores, como la población Carampangue y en Baquedano, se han solicitado normar la situación. «Tenemos que avanzar en regular la ciudad completa y no solo en un lugar determinado», afirmó.
También reconoció la necesidad de reforzar la capacidad de fiscalización para que «tengamos la posibilidad de controlar y dar, para ambas partes, tranquilidad», aseguró.