De acuerdo con los antecedentes, el penal de Pozo Almonte fue cerrado el 26 de octubre de 2020, con el objetivo de remodelarlo y habilitarlo para que albergue a 102 personas, cuyas penas involucren la restricción de libertad.
El recinto, que debió estar abierto en diciembre según información entregada a Vilas Radio por el diputado Trisotti durante el año pasado, comenzó a operar ayer con el traslado de 25 internos de nacionalidad boliviana de baja peligrosidad, quienes fueron reubicados desde a cárcel de Alto Hospicio. Esto, luego de materializarse mejoras en infraestructura, en los sistemas de control y televigilancia, así como aumento en las plazas disponibles.
Al respecto, el Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Pablo Valenzuela Ramírez, señaló que “es importante destacar que Gendarmería de Chile ha adoptado todas las medidas de seguridad respectivas para el correcto funcionamiento de esta cárcel, por tanto, los vecinos de Pozo Almonte pueden estar tranquilos. Finalmente, hay que señalar que el aumento de la población penal de esta unidad será progresivo hasta alcanzar su límite de 120 plazas, de acuerdo con lo planificado por Gendarmería de Chile, en coordinación con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos”.
Este es un paso para descongestionar el recinto penitenciario de Alto Hospicio, según señalaron desde la seremi de Justicia y Derechos Humanos.