
Las conversaciones para definir la próxima presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados ya están en marcha y avanzan tanto en el oficialismo entrante como en los sectores que pasarán a la oposición. En este escenario, los distintos bloques buscan asegurar influencia en la conducción de una de las corporaciones más relevantes del Congreso durante el primer año del nuevo período legislativo.
En la oposición, el nombre del diputado Jorge Alessandri (UDI) volvió a posicionarse con fuerza. El parlamentario, integrante de la Comisión de Constitución, ha sido mencionado reiteradamente en ciclos anteriores como una opción de consenso y ahora reafirmó públicamente la intención de su partido de encabezar al menos una de las dos cámaras del Congreso. Desde la UDI sostienen que, pese a no ser la bancada más numerosa, el gremialismo debe tener un rol protagónico en la mesa directiva.
Sin embargo, el escenario no es sencillo. Con 31 diputados electos, el Partido Republicano aparece con ventaja numérica, impulsando como posibles candidatos a Agustín Romero y Juan Irarrázaval. En ese contexto, el presidente de la colectividad, Arturo Squella, ha sostenido reuniones en el Congreso como parte de las gestiones para ordenar el panorama interno del sector. Aunque no descartó ninguna fórmula, Squella señaló que la definición se tomará en las próximas semanas y que la prioridad será conformar una mesa con perfiles adecuados para el cargo.
Dentro de las conversaciones, también ha surgido una alternativa que podría favorecer a la UDI: que, en nombre de la unidad del bloque, los republicanos cedan la primera presidencia de la Cámara. Esta posibilidad, aunque aún incipiente, es vista como una carta de negociación para evitar tensiones internas y proyectar cohesión política en el nuevo ciclo legislativo.
Desde el actual oficialismo, que pasará a ser oposición a partir de marzo, advierten que el resultado no está sellado. El diputado Jorge Brito (Frente Amplio) sostuvo que las derechas se muestran excesivamente confiadas y recalcó que el Partido de la Gente (PDG) jugará un rol determinante como fuerza bisagra en la Cámara Baja.
En la misma línea, el diputado Daniel Manouchehri (PS) afirmó que el PDG podría tener mayores coincidencias con sectores del progresismo que con el futuro gobierno, descartando que exista un alineamiento automático con las fuerzas que respaldan al presidente electo José Antonio Kast. Según fuentes del Socialismo Democrático, ya se han iniciado conversaciones formales con el nuevo jefe de bancada del PDG, Juan Marcelo Valenzuela, explorando eventuales acuerdos políticos.
En ese marco, no se descarta que el PDG acceda a espacios de poder relevantes, incluso la presidencia de la Cámara, opción que incluiría el nombre de Pamela Jiles, quien desde hace semanas circula como una alternativa posible dentro de un entendimiento más amplio. Así, la disputa por la testera sigue abierta y marcada por intensas negociaciones que se extenderán durante las próximas semanas.







