La tarde de ayer sábado, el precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay (38) -opositor al actual gobierno de Gustavo Petro-, resultó gravemente herido tras ser atacado mientras se dirigía a simpatizantes en el parque de Modelia, localidad de Fontibón, zona céntrica de Colombia.
Según las versiones entregadas por medios internacionales, un hombre se le aproximó y le disparó a corta distancia, aparentemente en la cabeza y en el cuello. Testigos relataron que la víctima cayó con la cara y la espalda ensangrentadas.
Una ambulancia que circulaba por la zona auxilió al también parlamentario del partido Centro Democrático, y lo trasladó al Medical Center de la localidad de Engativá, donde permanece en cirugía y bajo pronóstico reservado.
A través de redes sociales, se han viralizado registros del momento tras el ataque, en donde se ve a Uribe con heridas visibles y rastros de sangre en su cuerpo, esto mientras era asistido por varias personas que se encontraban en el sector.
La Fiscalía General informó a través de un comunicado que, en el mismo lugar del ataque armado, se detuvo a un menor de 15 años quien portaba un arma tipo Glock de 9 milímetros.
“La Fiscalía General de la Nación asume la investigación de este acto de violencia contra el congresista Uribe Turbay como una arremetida contra las formas de participación democrática del país, y desplegó toda su capacidad operativa para apoyar la misión del equipo especializado responsable inicial de la recolección de información y evidencia física que permita establecer la verdad sobre el atentado e identificar y judicializar tanto a los autores materiales como a los determinadores”, precisaron.
En tanto, el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, informó que, “ya está bajo custodia uno de los presuntos involucrados en el atentado. Estamos verificando si hay más personas implicadas”.
Además, aseveró que, “a investigación no se detiene y vamos a llegar hasta el fondo. No habrá espacio para la impunidad”.
Por su parte, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, condenó el ataque y pidió celeridad en la investigación, calificándolo como “un atentado contra la democracia”.
