Bajo el sol inclemente del desierto, las primeras paladas de tierra marcaron el inicio de una nueva historia para 156 familias pampinas. En medio de aplausos, emoción y esperanza, se dio el vamos oficial al Conjunto Habitacional “Reina del Tamarugal”, un proyecto que promete cambiar el rostro urbano y social de Pozo Almonte, convirtiéndose en símbolo de dignidad y futuro para sus habitantes.
Con una inversión cercana a los $9.500 millones, financiada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y el Gobierno Regional de Tarapacá, esta iniciativa forma parte del Plan de Emergencia Habitacional, que busca acelerar el acceso a viviendas dignas en todo el país.
Un sueño que se levanta en el corazón del desierto
El terreno —emplazado en el sector El Caliche, a pasos del límite urbano— se transformará en pocos meses en un moderno barrio con tres tipologías de viviendas. De las 156 casas proyectadas, 144 corresponden al modelo estándar de 58 m²; cuatro están especialmente adaptadas para personas con movilidad reducida, y otras ocho han sido diseñadas con tecnología sensorial para familias que conviven con discapacidades cognitivas o auditivas.
Pero este conjunto no solo levantará muros y techos: también edificará comunidad. El proyecto contempla una sala multiuso de casi 185 m², una multicancha y más de 18 mil metros cuadrados de áreas verdes, diseñadas para la convivencia, el esparcimiento y el bienestar de los vecinos.
“Construir viviendas es construir futuro”
La ceremonia de la primera piedra, encabezada por el seremi de Vivienda, Diego Rebolledo Flores, y el gobernador regional José Miguel Carvajal, reunió a autoridades, parlamentarios, dirigentes sociales y familias que por años esperaron escuchar la noticia que hoy se materializa.
Rebolledo no escondió su emoción:
“Este proyecto cierra un ciclo que soñamos con las familias pampinas. Junto a los conjuntos Pablo Neruda y Fuerza y Esperanza, que ya suman más de 500 viviendas en total, estamos transformando Pozo Almonte en un ejemplo de desarrollo habitacional en el norte de Chile”.
Por su parte, el gobernador Carvajal destacó la magnitud de la inversión y el trabajo conjunto entre instituciones:
“Construir viviendas es construir futuro. Aquí hay más de $750 millones de aporte del Gobierno Regional, y eso refleja que cuando se unen voluntades, los sueños dejan de ser planos para convertirse en hogares reales”.
La voz de quienes nunca dejaron de creer
Entre lágrimas y sonrisas, Andrea Iribarren Díaz, presidenta del Comité de Vivienda Reina del Tamarugal, expresó lo que cientos sentían:
“Hoy empieza el sueño de mi casa propia. Fueron años de lucha, de trámites, de no perder la fe. Pero este gobierno nos escuchó y cumplió. En un año y medio todo avanzó, y por fin podemos ver las obras comenzar”.
Una alianza que cambia vidas
El alcalde de Pozo Almonte, Richard Godoy, subrayó la importancia del trabajo coordinado entre el municipio, el MINVU y el SERVIU, asegurando que la comuna vive un momento histórico.
“Pozo Almonte se está consolidando como una ciudad donde las familias pueden quedarse, criar a sus hijos y soñar en grande. Reina del Tamarugal es más que un proyecto: es el corazón de una nueva etapa para nuestra gente”.
Un futuro que ya se construye
Con “Reina del Tamarugal”, Pozo Almonte suma un nuevo hito en su desarrollo habitacional. Junto a los proyectos “Pablo Neruda” y “Fuerza y Esperanza” —este último con más del 72% de avance—, la comuna superará las 500 soluciones habitacionales en ejecución, marcando un precedente para toda la región de Tarapacá.
Cada ladrillo que se levante en este conjunto será el testimonio vivo de que, incluso en medio del desierto, la esperanza puede florecer y levantar hogares donde antes solo había polvo y espera.
