
Con gritos, interrupciones y una intensa discusión que se prolongó por horas, el Concejo Municipal de Iquique aprobó finalmente por tercera vez la pintura del terminal de buses, esta vez por un valor de 59.874.977 pesos y un plazo de ejecución de 35 días corridos.
La sesión, marcada por la tensión y los cruces entre los concejales y la alcaldía, reflejó la preocupación histórica de la ciudad por el deterioro de la infraestructura del terminal y la urgencia de realizar mejoras mientras se concreta un proyecto de renovación más ambicioso.
Desde el inicio de la sesión, los concejales expresaron su inquietud por la posibilidad de que la pintura se realizara sin que se atendieran los daños existentes. La concejala Valdez fue enfática: “No podemos pintar por encima de lo que está roto, eso sería un parche.
Queremos un terminal decente para la comunidad, no soluciones temporales”. La concejala Villegas coincidió, señalando que la intervención debía contemplar baños, pisos y otros elementos que requieren reparaciones urgentes, y advirtió que la comunidad no aceptaría simplemente un pintado superficial.
El alcalde Mauricio Soria defendió la propuesta, enumerando los trabajos que ya se han ejecutado en el terminal: la instalación de una caseta de guardia con protección para los loceros, un nuevo sistema de agua, radios nuevas, cambio de mamparas, y un proceso en curso para remover la cerámica de los baños. “Cuando dicen que no se hace nada, están afectando a los profesionales que han trabajado aquí, y sí se han hecho cosas”, afirmó, invitando a los concejales a recorrer el terminal y comprobar las mejoras personalmente.
Sin embargo, la discusión se volvió acalorada, con múltiples interrupciones y cruces verbales. Algunos concejales reprocharon que la propuesta actual, limitada al pintado, no contemplaba reparaciones adicionales, mientras que otros insistieron en la urgencia de aprobar la obra para no retrasar más un proceso que ya ha sufrido meses de espera por licitaciones anteriores caídas.
“No podemos dejar una licitación en proceso en vano, son tres meses que no podemos desperdiciar, y mientras tanto la gente sigue usando un terminal deteriorado”, señaló el concejal Maldonado.
El contralor municipal intervino para aclarar que no es posible incorporar elementos nuevos al contrato ya licitado. Según explicó, la propuesta pública número 78 del año 2025, adjudicada a Constructora Renacer Group Ltd., RUT 77.014.167-2, se limita a pintura, retiro de estructuras y ajustes en los niveles técnicos indicados por los profesionales, sin incluir reparaciones adicionales de infraestructura. Esta aclaración encendió aún más la sesión, con concejales como Barra y José insistiendo en que el terminal necesita intervenciones integrales y que aprobar solo el pintado podría ser percibido como un “parche sobre la basura”.
Durante la sesión se vivieron momentos de verdadero escándalo. Se escucharon gritos de los concejales reprochándose mutuamente, y el alcalde interrumpió en varias ocasiones para insistir en que la obra debía avanzar: “Si quieren enfocarse en la limpieza, no es problema mío, eso ya es problema del municipio, pero esta votación es solo para el pintado”.
Algunos concejales respondieron con indignación, asegurando que no podían aprobar la obra sin garantías de que se arreglarían los daños previos. En un momento, la tensión se trasladó a la sala misma, con manifestaciones de usuarios del terminal que acompañaban la sesión, reforzando la percepción de que la ciudadanía exige mejoras reales y no intervenciones superficiales.
Pese a las diferencias, la votación final reflejó un apoyo mayoritario: seis concejales aprobaron la propuesta, cuatro la rechazaron y uno se abstuvo. Con ello, se autorizó al alcalde a declarar adjudicada la obra de pintura, consolidando la intervención sobre el terminal mientras se avanza en el proyecto de construcción de una nueva infraestructura.
Concejales que aprobaron, como Oliva y Santos, destacaron la necesidad de avanzar pese a las limitaciones: “No veo contradicción en avanzar con el pintado y, paralelamente, generar instancias de análisis para futuras mejoras”, señaló Oliva, subrayando la importancia de no bloquear los procesos administrativos.
Por su parte, concejales que rechazaron la propuesta, como Valdez y José, argumentaron que aprobar solo el pintado sin atender los daños estructurales sería una “solución parche” que no beneficiaría a la comunidad ni a los turistas.
La sesión evidenció, además, la dificultad de coordinar mejoras en infraestructura pública con procesos administrativos rígidos, la presión de la ciudadanía y la constante fiscalización de los concejales.
Mientras algunos celebran la decisión como un avance necesario, otros mantienen reservas sobre la efectividad de la pintura sin intervenciones mayores. La obra comenzará en los próximos días, con la expectativa de embellecer el terminal y mejorar la experiencia de los usuarios hasta que se concrete el nuevo proyecto que pretende reemplazar la infraestructura actual.







