Las autoridades de las principales ciudades del país vecino suspendieron todo tipo de celebración y eventos sociales por el “Año Nuevo”. Esto, después de que se registrara la cifra diaria de contagios de Covid-19 más alta desde que comenzó la pandemia (4.939 contagios en un día).
Si bien la nueva variante Ómicron no ha llegado a Bolivia, los alcaldes de las localidades de La Paz, Cochabamba, y El Alto, dieron marcha atrás y dejaron sin efecto una norma que permitía las celebraciones para reactivar la economía. “La pandemia está en escalada; primero está la vida y es preferible prevenir que lamentar”, dijo el alcalde paceño Iván Arias en rueda de prensa. “Hay una explosión de contagios y sería irresponsable permitir fiestas”, dijo a su vez el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.
Los dueños de locales, bares, y hoteles, manifestaron su preocupación por esta medida, ya que dijeron que esta determinación se tuvo que haber visto antes, debido a que esto les provocará pérdidas porque ellos se preparan con semanas de anticipación.
Santa Cruz, la ciudad con mayor cantidad habitantes, ya había suspendido los festejos debido a que es la más castigada, con más del 60% de los contagios del país. El alcalde de esa ciudad del oriente, Jhonny Fernández, dio positivo y se encuentra aislado.