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“OPERACIÓN LUNA DE ORO”: FISCALÍA Y PDI DESARTICULAN A LA MAYOR BANDA DEDICADA AL ROBO DE COBRE EN EL NORTE DEL PAÍS

La Fiscalía de Taltal y la PDI ejecutaron la “Operación Luna de Oro”, un megaoperativo simultáneo en cuatro ciudades que permitió detener a 22 integrantes de una organización criminal dedicada al robo de cobre en faenas mineras del norte. Se incautaron armas, dinero, vehículos y más de 17 toneladas de cable, además de desarticular completamente la estructura delictual acusada de al menos diez asaltos violentos en tres regiones.

Apenas amanecía cuando, en un barrido sincronizado digno de una película policial, más de 200 detectives irrumpieron en calles, predios y galpones de cuatro ciudades del país. Puertas que caían, motores que rugían, gritos que despertaban a barrios enteros. En cuestión de minutos, una organización criminal que durante dos años sembró pérdidas millonarias en faenas mineras del norte quedaba desnuda, rodeada y finalmente capturada.

Así comenzó a cerrarse el capítulo central de la llamada “Operación Luna de Oro”, el mayor golpe coordinado entre la Fiscalía de Taltal y las brigadas de robos de la PDI de Antofagasta y Copiapó, una investigación que logró desarticular a un grupo acusado de ejecutar al menos diez violentos asaltos en las regiones de Antofagasta, Atacama y Coquimbo.

El balance: 22 detenidos, cuatro armas de fuego recuperadas, una montaña de vehículos incautados y 17 toneladas de cobre que el grupo tenía prácticamente listas para salir al mercado negro.

Un rompecabezas que comenzó a armarse en 2024

El caso no nació de una denuncia aislada. Todo comenzó cuando, a mediados de 2024, los investigadores detectaron un patrón: robos perpetrados por bandas numerosas, que llegaban en caravanas de camionetas y aprovechaban la lejanía de las faenas para irrumpir con violencia, amarrar trabajadores, neutralizar guardias y cargar toneladas de cobre en tiempo récord.

El modus operandi se repetía, cambiaba la región, variaba el turno, pero la huella era la misma.

Con esa pista inicial, el equipo investigador elaboró un trabajo de inteligencia que incluyó análisis comparado de delitos, uso de tecnología, vigilancia y seguimiento financiero, hasta mapear la estructura completa del grupo: líderes, mandos medios, transportistas y compradores.

Golpe simultáneo en tres regiones

El jueves, cuando el reloj recién superaba las 6 de la mañana, comenzó el operativo final.

En Copiapó, La Serena, Vicuña y Tirúa se allanaron 26 domicilios y predios, acción ejecutada de manera simultánea para impedir cualquier fuga o destrucción de evidencia. El resultado fue inmediato:

  • 16 detenidos por órdenes judiciales,
  • 6 detenidos en flagrancia,
  • 4 armas de fuego,
  • Un arma a fogueo,
  • Municiones,
  • $18 millones en efectivo,
  • 18 vehículos avaluados en cerca de $270 millones,
  • 13 plantas de marihuana,
  • Y documentación, equipos y herramientas utilizadas para la reducción de cobre.

Lo más importante: 13 toneladas de cable de cobre listas para su venta, además de otras 4 toneladas recuperadas en diligencias previas.

Un negocio millonario que cruzó el país

La Fiscalía sostiene que la organización actuaba como un engranaje preciso:

  • Un grupo de asalto irrumpía en las faenas.
  • Otro equipo coordinaba la salida rápida del cobre.
  • Reductores lo compraban y redistribuían dentro y fuera de la región.

Su radio de acción abarcaba tres zonas mineras completas, y cada robo representaba pérdidas que superaban los cientos de millones de pesos para la industria.

Los integrantes serán formalizados por una batería de delitos: robo con violencia, robo con intimidación, robo en lugar no habitado, receptación, asociación criminal e infracciones a la Ley de Armas y Explosivos, entre otros.

Vocería oficial: un golpe sin precedentes

El Fiscal Regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, no ocultó la magnitud del operativo:

“Estamos frente a un grupo altamente organizado, que irrumpía en las faenas aprovechando el aislamiento geográfico. Tenemos certeza de su participación en al menos diez robos. Este operativo marca un antes y un después en cómo enfrentamos delitos de alta complejidad”.

Desde la PDI, el Prefecto Inspector Freddy Castro Crespo, jefe regional de Antofagasta, destacó la capacidad investigativa:

“Esto demuestra que la PDI tiene las herramientas para desbaratar fenómenos criminales complejos. Aquí hubo análisis, inteligencia y tecnología aplicada de manera coordinada entre varias regiones”.

Por su parte, el Prefecto Inspector Patricio Barrios Medina, jefe regional de la PDI en Copiapó, subrayó el alcance estratégico:

“La Operación ‘Luna de Oro’ refleja el valor del trabajo interregional. Este grupo llevaba tiempo operando de manera sostenida y afectaba directamente el funcionamiento de un sector productivo clave”.

El cierre de un ciclo delictual que dañó a todo el norte

Aunque la investigación penal recién comienza su fase judicial, para las autoridades este es uno de los golpes más importantes contra una red dedicada al robo de cobre, un delito que en los últimos años se ha convertido en una amenaza para la minería, la economía regional y la seguridad de cientos de trabajadores.

El operativo no solo desmantela la estructura de una organización, sino que envía un mensaje claro: el robo de cobre dejó de ser un delito tolerado, silencioso o subterráneo.

Hoy, tras “Luna de Oro”, la Fiscalía y la PDI advierten que la persecución continuará y que este tipo de bandas ya no operarán con la impunidad de otros tiempos.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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